El s12e07 de Anatomía de Grey gira en torno a dos de los nuevos personajes de esta temporada: la doctora Penny Blake, que por un lado es novia de Callie Torres, por otro es la «asesina» de Derek Sheperd y en el resto del tiempo que no está haciendo las anteriores, se dedica a intentar aprender algo de medicina. Y como ya sabemos de episodios anteriores, tenemos chico nuevo en la oficina hospital , se llama doctor Riggs y es divino…o eso se cree él. Porque para las chicas, que llegue un médico nuevo con ese halo de macho alfa no es agradable y además, recordemos que cuenta con un archienemigo, el taciturno Hunt. Contiene jugosos spoilers.
Tras muchísimo tiempo esperando un riñón compatible, el señor Jaffee por fin tiene uno que puede ajustarse a los requerimientos de este entrañable octogenario. Pero como un trasplante de riñón es algo tremendamente vulgar y anodino para un súper equipo médico de la calidad del Grey Sloan Memorial Hospital, resulta que el anciano además tiene un tumor debajo de su sempiterno gorro de pescar. ¿Conclusión? Desconfiad de la gente que lleve sombreros de pescar fuera de un contexto pesquero. Bueno no, desconfiad siempre de gente que voluntariamente cuelgue anzuelos en su cabeza, no son de fiar. El asunto complica la intervención, pero Pierce y su equipo encontrarán una solución que satisfaga todas las necesidades. Pierce es una gran médico, capaz, joven, atrevida…pero claro, cuando llega un cincuentón australiano con el carisma y la sonrisa de Riggs, es muy fácil que sienta que es la starlette del quirófano, el nuevo George Clooney de los hospitales. Las chicas están acostumbradas a la testosterona y el machismo inherente en las sociedad y han ido moldeando – aunque quizá la palabra sería educar – a sus compañeros masculinos, pero les queda mucha labor por hacer con el nuevo.
No es la única que tiene ciertos roces con otros integrantes de la plantilla. Meredith Grey y Amelia Sheperd siguen con el mobbing a Penny, pero ahora ya no es tan directo, ahora directamente le mandan vigilar las constantes vitales del donante – que está muerto – para deshacerse de ella. Callie Torres por fin parece que empieza a posicionarse e increpa a Grey, encontrándose con otra recriminación de vuelta, y es que quizá si no fuera su pareja, no le interesaría tanto la formación de la doctora Blake. Por cierto, paso a paso Penny va haciéndose un hueco y aunque le esté costando la autoestima y su vida sexual, esta llega al final de la temporada totalmente integrada.
Pero no es la única cuya vida sexual se resiente – y no, no hablamos de la dolorida Pierce tras sus escarceos con DeLuca de episodios anteriores – Bailey sigue acogiendo a Avery en su casa, y como comprenderéis, con un invitado en el sofá no apetece ponerse en faena. Sin embargo, Avery parece estar decidido a divorciarse de Kepner, pero ya sabéis que donde hubo fuego siempre quedan cenizas…vamos, que esa noche igual Bailey y Warren tienen suerte.
Mientras Callie y Penny parece que avanzan en su incipiente relación, Arizona se ha dado cuenta de que se ha quedado atrás y que es el momento de volver a salir de caza, eso si, necesita una avanzadilla , un amigo que haga de Barney Stinson y le presente señoras de su gusto. No os imagináis quién cumple a la perfección con ese papel…
En Ambiente G | Anatomía de Grey s12e06 – The Me Nobody Knows
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