Bienvenidos a un nuevo resumen de Anatomía de Grey. Hoy hablamos del Anatomía de Grey s12e11 – Unbreak my heart, un tipo de episodio que de vez en cuando nos tienen acostumbrados las series en las que se centran en una pareja y se dedican contarnos su historia, entremezclando flashbacks de su trayectoria con información nueva. ¿Y qué pareja ha sido la afortunada? ¿Serán Callie y Arizona? Nah, demasiado bueno para ser cierto. ¿DeLuca y Pierce ?Aun están demasiado verdes – y en su caso, en todos los sentidos -.¿Amelia y Hunt? Esta vez les ha tocado a Jackson Avery y April Kepner y su vía crucis particular. Contiene spoilers.
Anatomía de Grey S12e11 – Unbreak my heart
No tienen casa comprada a medias, no tienen hijos en común, tienen una gestión de sus propiedades individualizada…para los abogados, no hay divorcio más fácil que el de Jackson y April, y sin embargo, para el resto de las personas, para las que tenemos sangre por las venas, sí. A lo largo de Unbreak my heart vamos viendo la crónica de una muerte anunciada que constituye la tormentosa relación de un cirujano guapo y millonario con una pazguata santurrona de la América profunda cuya mayor ilusión es que su especialidad le deje tiempo para cuidar a sus futuros hijos, dos chicos y una chica. Así es como se conocen durante el primer día de su residencia, pero cuando se dicen adiós, ninguno es el que era.
A lo largo de esos años les hemos visto luchar por hacerse un hueco en el Grey Sloan Memorial Hospital, en el caso de Avery debajo del zapato del virtuoso Sloan, dejando los miedos a un lado y logrando ser el cirujano que aspiraba a ser su primer día. La prueba de ello es Tatiana, una chica a la que le arrojan ácido y que tras más de cuarenta intervenciones quirúrgicas es capaz de recuperarla completamente. Ya es toda una eminencia que no tiene nada que envidiar a su predecesor.
April ha madurado, ha seguido con su fe pero se ha dado cuenta de que ya no quiere ser una virgen mojigata y quiere vivir experiencias, por eso viaja hasta el otro lado del mundo para entregar su mayor don, la mayor ayuda posible que puede proporcionar a los necesitados, sus conocimientos médicos. El gatillo de esa decisión es la pérdida de su querido hijito Samuel, una tragedia que destroza a la mayoría de las parejas y que, aunque las diferencias entre Jackson y ella eran notables, actúa como un catalizador vertiginoso, despedaza y aniquila toda esperanza e ilusión. Estadísticamente, las mujeres suelen afrontar peor la muerte de un hijo y April no es una excepción, su relación se resiente y tiene la necesidad de huir.
Su huída es el disparo de gracia a su matrimonio. Jackson nunca lo perdona, o lo hace, pero ya no es lo mismo. Han perdido a su hijo y se han perdido el uno al otro. April cree en el amor para toda la vida y pone todo de su parte para solucionarlo, sin embargo dos no lo arreglan si uno no quiere. Ya están demasiado quemados, ya es tarde para terapia, para un tabula rasa.
April se vacía literalmente firmando el acuerdo de divorcio, ya no le queda nada por lo que luchar. O sí. Porque Shonda Rimes es muy puñetera y prepara una venganza poética bíblica.
En Ambiente G | Anatomía de Grey s12e09 – The sound of silence
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