Las elecciones de Estados Unidos dan miedo. Mucho miedo. Sin disimulo alguno, el candidato ultraconservador Ted Cruz ha hecho gala de su homofobia para ganarse los votos de los votantes evangélicos de Iowa durante los caucus de este estado.
Y el que parecía que era el candidato republicano menos homófobo (recalco lo de menos, no quiere decir que no lo sea, como veremos ahora), ha sacado toda su artillería pesada para demostrar a sus posibles votantes su verdadera cara al lanzar una promesa que devolvería de nuevo a Estados Unidos a la caverna.
¿Y qué es lo que ha dicho el siempre polémico Donald Trump, célebre ya por sus frases salvajes? El aspirante a candidato del Partido Republicano ha afirmado que piensa revocar la decisión del Tribunal Supremo estadounidense que legalizó, tras años de lucha, el matrimonio igualitario.
La fórmula para revertir la decisión sería nombrar a jueces homófobos que quieran volver a examinar la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Una potestad que depende del presidente, con el correspondiente apoyo del Senado, cuando se produce una vacante por fallecimiento o retiro voluntario.
Estas declaraciones las realizó el aspirante a ser candidato republicano en las próximas elecciones presidenciales el pasado domingo en Fox News, dejando claro que la decisión de si dos hombres o dos mujeres pueden contraer matrimonio debe depender de cada Estado, y no del Tribunal Supremo estadounidense. Unas declaraciones que ponen de relieve el peligro que tenemos de dar un paso atrás si cualquiera de los candidatos republicanos que se enfrentan en estos días para obtener la nominación logran imponerse a sus adversarios demócratas y llegan a ocupar la Casa Blanca.
Vía | Queerty y Advocate
Fotografía | Fan Page de Donald Trump
Algo asi debería ser ilegal por ir en contra de los derechos de las personas.
Estar en contra del «matrimonio» homosexual no es ser necesariamente homófobo.
Claro, por esa regla de tres, estar en contra de que las mujeres voten, tampoco es machismo. Y por supuesto, estar en contra de que los negros puedan estudiar en las misma clase que los blancos, tampoco es racismo.
Negarnos un derecho que tienen el resto de los ciudadanos, es sencillamente homofobia.
Ser homófobo o no tiene que ver con si se acepta la orientación sexual y el estilo de vida. Hay gente que acepta completamente la homosexualidad o son gays, pero están en contra del matrimonio homosexual.
No hay que generalizar con estereotipos.
PD: Con leyes de discriminación positiva, como la de Cataluña que protege a los gays, estás dando a los homosexuales un derecho que niegas al resto de los ciudadanos.
Karl como siempre el tiquismiquis, nada le parece bien oye, todo el santo día sacándole punta a todo,