La cercanía del Papa Francisco es innegable. Desde que se convirtiera en el máximo representante de la iglesia católica, Jorge Mario Bergoglio no ha parado de levantar ampollas entre la parte más conservadora y caduca de la Iglesia. Y quizá sea, gracias a él, que veamos un cambio a mejor en la religión cristiana.
Así hemos podido ver como el Papa Francisco aceptaba hace dos días un regalo de Ulrike Lunacek, la política austriaca. Del partido verde y abiertamente lesbiana, Ulrike le ha entregado una bufanda con los colores de la bandera gay y el Papa Francisco la ha cogido y guardado. Nos falta saber si le dará uso y lucirá con orgullo los colores de nuestra bandera.
@UlrikeLunacek hat heute Papst Franziskus einen Regenbogen-Schal für Lesben, Schwule und für Frieden übergeben. pic.twitter.com/RnkPdc7gUN
— Grüne Österreich (@Gruene_Austria) November 25, 2014
En el discurso que ha dado, sin llegar a mencionar abiertamente a los homosexuales, el Papa hablaba de quién era él para juzgar a nadie por su tendencia sexual. Todo un adelanto.
La propia Ulrike ha subido a su canal de YouTube el momento en el que el Papa Francisco aceptaba la bufanda. A todo esto, ¿quién es el rubiales con barbita que eclipsa al Papa desde el segundo0’06 hasta el 0’12? ¿Es algún señor austriaco al que debamos conocer? Porque… telita.
Respecto a las denuncias de presuntos casos de pederastia en nuestra iglesia patria, el Papa Francisco no las pasa por alto. En muchas ocasiones él mismo ha reconocido que tienen que luchar desde dentro de la propia Iglesia contra estos hechos tan repugnantes hacia los más vulnerables: los niños.
Está claro que, por ahora, el Papa Francisco está viendo la realidad del pueblo y está intentando que la Iglesia llegue a más gente, sin prejuicios. Aunque sus predecesores y sus compañeros de religión, en su inmensa mayoría, no es que prediquen con el mismo ejemplo.
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Puede que con lo de la pederastia sí que esté tomando medidas. Pero con nosotros…No nos engañemos: una cosa es decir que quién es él para juzgar, y otra muy distinta es que respete nuestros derechos de igualdad, libertad, … De esto, de momento, nada de nada.