Está claro que Call me by your name es la gran película del año. Y no lo decimos nosotros. Crítica, y gran parte del público se han unido de forma unánime para aplaudir esta película que nos ha atrapado por completo. Motivos, no le faltan. Es una película llena de sensibilidad, que mezcla escenas bonitas recreando una villa italiana de los años 80, con arte, música, un ambiente intelectual, y que está llena de sutiles detalles que nos conmueven y que nos hacen disfrutar de cada minuto de este intenso amor de verano.
La película de Luca Guadagnino, basada en la novela de André Aciman, ha sido nominada a los Oscar por mejor película, mejor actor (grande Timothée Chalamet), mejor guión (de James Ivory) y mejor canción (The mistery of love, de Sufjan Stevens), y narra la historia de Elio, un adolescente de 17 años, músico y ávido lector, que veranea como todos los años en una villa familiar en el norte de Italia, y Oliver, un universitario guapo y arrogante que ha sido invitado por el padre de Elio para pasar allí el verano para terminar su doctorado en cultura grecorromana junto a esta familia judía, culta y políglota.
Lo mejor de la película, sin duda, es la naturalidad y la ligereza propia de los amores de verano, y el tratamiento que se da al enamoramiento de estos dos jóvenes lejos de los complejos y los dramas que se pueden ver habitualmente en otras novelas o películas en la que aparecen parejas gays.
Porque realmente, Call me by your name no es una película temática gay. Es una película sobre el amor adolescente, y su final, bien podría ser también el final de una pareja heterosexual porque retrata una preciosa historia de amor que se enfrenta a los problemas del tiempo que se esfuma sin que puedas evitarlo y del momento vital de personaje.
Pese a esa supuesta ligereza de amor de verano que nos transmite, la película nos remueve en el asiento y nos hace pensar. De hecho, tengo la necesidad de verla por segunda vez para atrapar muchos detalles, tanto de la fotografía, como de la trama, que a buen seguro se me han escapado. Una película que es una experiencia en sí misma capaz de despertar sentimientos tanto a espectadores heteros como gays, unidos por la pasión por el cine con mayúsculas y por una historia capaz de hacerte reír y llorar a la vez.
La película tiene una tensión sexual durante buena parte de la misma, que provoca en el espectador la necesidad de que la pareja de jóvenes se atreva a dar el paso y acaben liándose, despertando en nosotros sentimientos que parecían dormidos y que nos devuelven de golpe a los amores adolescentes. En unos casos, por los recuerdos que nos traen. En otros, por proyectarnos en lo que nos hubiera gustado vivir. Y todo, gracias a la forma de narrar la historia, y a la química que hay entre Chalamet y Hammer.
Además, la película es una oda al hedonismo, al buen vivir, a la belleza y la cultura frente a la mediocritud que nos invade en un alarde del placer de la contemplación. Bach, continuas referencias culturales en la conversaciones, los paisajes, las cenas de verano, las lecturas al borde de la piscina… un ambiente que es totalmente propicio para desarrollar la historia que nos cuenta. Una historia que también destaca por llamarnos la atención sobre el paso del tiempo, y por extensión, por la valentía para afrontar los sentimientos frente a la cobardía que desgasta los corazones hasta secarlos e impedirnos sentir pasión.
Uns sentimientos que se muestran con sutileza, que juegan en torno a una seducción escondida, hasta que la valentía lo destapa todo, con una pregunta clave para Elio, para su padre, pero también para muchos de nosotros ¿Es mejor hablar o morir?. Una frase que determina buena parte de la trama y que marca la conciencia del espectador junto al monólogo que el padre de Elio le dedica al hijo adolescente casi al final de la película, y que tanto ha impactado a muchos de los espectadores que han visto esta película que te deja con una sonrisa en la boca por el trabajo bien hecho y por su capacidad de desarmarnos frente al amor adolescente y el irremediable paso del tiempo.
Y tú, ¿Ya has visto Call me by your name?
es un pelicula con la que es facil identificarse. super recomendada
Que familia tan tremendamente culta en toda la extensión de la palabra la de Elio. Ojalá todos tuviéramos la misma suerte, sin lamentaciones, pero ojalá. Habría menos gente triste por la vida.