La fiesta de la Quinceañera supone la celebración del paso de la niñez a la pubertad de las chicas en algunos países centro y sur americanos. Especialmente la influencia de la inmigración mexicana a Estados Unidos, ha hecho que este festejo se haya popularizado relativamente en muchos de los estados de la Unión. A veces incluso más que en sus propios lugares de origen. La conmemoración de la bienvenida a la madurez es una combinación de ceremonia religiosa y festejo, con más de un punto en común con las celebraciones matrimoniales, incluyendo padrino y testigos.
Hace tres años, la pareja formada por los directores Richard Glatzer y Wash Westmoreland, basándose en sus múltiples experiencias vividas como realizadores de vídeos de celebraciones ‘quinceañeras’ en el área de Los Angeles, decidieron escribir y dirigir una película imprescindible que acabó siendo el film independiente más importante del año, después de recibir, entre otros muchos reconocimientos críticos, el Gran Premio del Jurado del prestigioso Festival de Cine de Sundance.
Filmada en apenas tres semanas en el multicultural espacio del Parque Echo, en Los Angeles, ‘Quinceañera‘ es un pequeño fresco, que lejos de la pretenciosidad de ‘Crash‘, retrata la sencilla vida de un pequeño grupo de gente, la influencia latina en la cultura norteamericana, los prejuicios derivados de una religión absurda, dos pellizcos de realismo mágico pasados por el filtro del siglo XXI y una historia de pasión gay triangular sin pinta alguna de lograr ser duradera.
La vida de la modélica Magdalena, hija de un predicador y un ama de casa mexicanos, cambia totalmente cuando ‘milagrosamente’ queda embarazada antes de cumplir los quince años, y se ve forzada a trasladarse a casa de su tío abuelo Tomás, quien también acogió tiempo atrás a Carlos, su primo, repudiado por su familia a golpes, cuando intentó felicitar a su hermana en su fiesta de Quinceañera por las sospechas de sus padres de que el chico es gay. Carlos, de estética gangsta, moreno, tatuado y sexy, es invitado a una fiesta de bienvenida a la casa de los nuevos dueños de la propiedad donde vive. Los anfitriones, una pareja homosexual compuesta por un atractivo blanco norteamericano, profesional de éxito y su pareja, Gary, un guapo londinense en paro. Esa noche, la pareja seduce a Carlos, quien aún era virgen, convirtiéndose así en amante regular de ambos. El pacto entre ambos miembros de la pareja se romperá cuando Gary comience a citarse regularmente y a solas con Carlos. Todo esto traerá notables consecuencias.
En tono de ligero drama, pero sin embarrarse de ningún modo en tragedia, rozando por momentos la comedia sin serlo tampoco, ‘Quinceañera’ es una película costumbrista narrada con sencillez, interpretada con soltura y trazada con un ritmo tan fluido que entra y sale como un suspiro, haciendo circular el aire por enmedio de unos personajes que parecen sacados de dos manzanas más allá, sin aspavientos, sin excesos, sin derramamientos de lágrimas o sangre, pero transmitiendo aún así o precisamente gracias a ello, toneladas de emocionante humanidad, mostrando sin más juicios de valor que los que como espectadores queramos aplicar, cómo de diferente se ve la vida según el punto de vista de quien mire. Y de paso, habla también y muy mucho, de la extraordinaria bondad y capacidad de cambio del ser humano, cuando el amor anda de por medio.
No soy de premios, pero Sundance es una gran referencia para mi, me suelen gustar las pelis que pasan por ahí.
Una vez me encontré con esa peli pero no la compre, ni siquiera leí la sinopsis, no me atrajo el título; pero suena interesante, hoy la busco en el mercado negro, ojalá la encuentre. gracias por la recomendación.
Sonia, Sundance es bastante fiable. Los premios, de todas maneras, sólo sirven al final para rellenar currículum.
Po, pirata!!!, jaja. Intentaré poner de vez en cuando títulos pequeños como este. Hay muchísimas joyas a explorar como esta ‘Quinceañera’ entre tanto blockbuster.