Sobre la vida sexual de los actores se escribe en internet, pero si están muertos tienen el dudoso privilegio de pasar a la siguiente esfera: sus secretos acaban publicándose en biografías.
Por lo visto, ahora se va a publicar una de Clark Gable centrada en su vida sexual, escrita por David Bret, quien ya escribió una biografía sobre Joan Crawford.
En dicha biografía se explican ciertos aspectos de la vida de Gable a los que ya hemos tenido acceso, tales como que su padre creía que era demasiado femenino y que trabajaba con demasiados gays.
Pero posiblemente lo más impactante del libro es que se afirma que mantuvo relaciones íntimas, posiblemente sexuales, con varios hombres abiertamente gays, pese a que era un mujeriego conocido.
Las fuentes del libro no quedan claras, por lo que no hay forma de saber si lo que dice es cierto.
Además, entre otras cosas, el autor dice que Gable sufría de halitosis y fimosis.
Vía | reuters
¡Oh… sufría fimosis!
Ni que fuera algo tan alarmante.
Quizás sea sólo rumorología, pero hay un par de anécdotas que rodearon el rodaje de «Lo que el viento se llevó» que están de acuerdo con un par de cosas que mencionas.
Al parecer Vivien Leigh detestaba besar a Gable cuando el guión lo exigía precisamente por el mal aliento del actor, debido en parte, a su desmesurada (dicen), afición por la bebida y el tabaco. También se dice que el motivo por el que el semidesconocido Victor Fleming fue quien acabó dirigiendo la mayor parte de los planos de la peli y acabó siendo el único que aparece en los créditos como director (pese a que por la silla del director desfilaron bastantes más), es porque Gable, que era la super estrella de la película, exigió en un momento dado a David O’Selznick, el productor, que Fleming sustituyera a George Cukor, quien tuvo que haber sido el director final del proyecto, porque Cukor, homosexual reconocido, y favorito, por cierto de las actrices de la película, conocía sobradamente los favores «orales» que Gable había proporcionado a poderosas entrepiernas, durante los comienzos de su carrera, para poder conseguir el estrellato, y que Gable se sentía tremendamente incómodo teniendo a alguien que conocía perfectamente esos secretos, alrededor.
Sean sólo invenciones o no, quizás nunca se sepa, pero como anécdotas, no están nada mal, eh?
Dan, lo de la halitosis lo sabia, lo de las felaciones… no!
Al parecer lo de la halitosis no era tal, sino que debido a la malísima relación del actor con Vivien Leigh, éste, para molestarla, comía grandes cantidades de cebolla antes de las escenas que incluían besos.
Pues menudo capullo.
Esto es lo de siempre, Susana. Igual felación no hubo ni una, pero es que desde lo de Burt Lancaster, me creo lo que sea que me quieran contar de cualquier machote. Bueno, más que creérmelo, le concedo el beneficio de la duda…