En una reciente entrevista en The Advocate Michael Moore ha admitido que tratar el tema del matrimonio gay en Estados Unidos en un documental es algo que podría plantearse.
Según dice, normalmente toca problemas que no le afectan directamente. Sin ir más lejos, en Sicko, su último documental, se trata el problema de la sanidad norteamericana, pese a que él tiene una de las mejores pólizas de seguros médicos de todo el país.
Aunque Michael Moore tiene muchos seguidores, personalmente preferiría que no hiciera tal película.
Michael Moore ha demostrado que es un gran cineasta, pero sus trabajos resultan discutibles porque utiliza sin ningún tipo de miramientos las efectivas herramientas de manipulación que proporciona el cine.
Naturalmente, estas manipulaciones son muy preciadas por los directores, gracias a su efectismo –Spielberg es un gran maestro en el tema-, pero fuera de la ficción, es decir, en los documentales, resultan abominables.
El documental es una variedad de cine que exige honestidad, que se lleva mal con las medias verdades y con los montajes abusivos, que inclinan al espectador a confundir las verdaderas proporciones de los hechos. No es que se trate de no tener un punto de vista –todo el mundo tiene su punto de vista-; se trata de abordarlo sin manipulaciones.
Si alguien trata el matrimonio gay en un documental, espero que lo haga honestamente.
Vía | QueerBacon
No he visto nada de él, asi que no puedo opinar. Pero si es como dices, creo que muy poco a poco se van consiguiendo avances como para que un mal documental lo estropeara.
No creo que lo estropeara, ni que hiciera un mal documental, lo que pasa es que no me parece el más indicado…