Hace poco, El Castigador nos informaba del apoyo con hechos del actor Brad Pitt a la causa homosexual, donando 100,000 dólares para colaborar en la campaña de oposición a la Proposición que pretende impedir el próximo Noviembre, que el matrimonio homosexual continúe siendo legal en California.
Hoy tenemos que darle las gracias a la personalidad más influyente del cine norteamericano de los últimos 40 años, Steven Spielberg, que ha donado junto a su esposa Kate Capshaw, otros 100,000, la cantidad máxima que la ley californiana permite aportar individualmente. Hasta ahora, el apoyo a la negativa a la ‘proposición’ cuenta con un respaldo de más de 16 millones de dólares que deben ayudar a cerrar la boca a los intolerantes, cosa que podría suceder si hacemos caso a las encuestas, que dicen que más de un 60 por ciento de los electores se opondrán a la anulación de nuestro derecho.
En palabras de Spielberg:
‘Escribiendo Discriminación en nuestra Constitución estatal, la Proposición 8 procura eliminar el derecho de todo y cada ciudadano de nuestro estado a casarse, independientemente de su orientación sexual. Tal discriminación NO tiene lugar en la Constitución de California, ni en cualquier otro Estado.’
Esta actitud del tres veces ganador del Oscar no es su primera manifestación efectiva a favor de nuestros derechos. Hace siete años, cuando era unos de los más importantes benefactores del movimiento Boy-Scouts de Estados Unidos, del que era miembro desde 1958, decidió abandonar el grupo y retirar cualquier tipo de apoyo financiero, cuando James Dale, entonces un ejemplar joven de 19 años de Nueva Jersey, fue expulsado por su orientación sexual, basándose al parecer en un principio del movimiento, que abogaba por la Tolerancia Zero a la homosexualidad en sus filas.
Gracias entonces a ese significativo apoyo, que tuvo gran eco social, Dale, asistido por la Corte Suprema de Nueva Jersey, logró ser posteriormente readmitido, así como forzó a los Boy-Scouts de América a cambiar su artículo discriminatorio.
La actitud comprometida y firme, mueve montañas, o como mínimo, colinas. Que no quede ni uno cruzado de brazos.
Vía | El Pais
No entiendo porque hay que pagar para estar en contra.
Sonia, eso ocurre por cómo funciona el sistema electoral californiano.
En Noviembre, aparte de elegir al presidente, se eligen secretarios, subsecretarios, supervisores y las llamadas Proposiciones, que son iniciativas promovidas por personas y que deben contar con cierto número de firmas para poder ser incluídas en las aquí llamadas ‘balotas’ electorales. Cuando una de esas Proposiciones consigue entrar en la balota, se hace campaña por parte de los que están a favor y de los que están en contra, para que la Proposición sea aprobada o no. Esas campañas requieren fondos, pero al ser proposiciiones privadas, no pueden ser fondos estatales sino de partuclares. De ahí que el dinero donado sea tan importante. En este caso, estar más presente que los opuestos al matrimonio gay en las calles, en el correo y mediante cualquier otra forma de comunicación es fundamental. De ahí el dinero 🙂
Beso!
Me resulta penoso que se desperdicie tanto dinero en este tipo de campañas cuando podría invertirse en la investigación del cancer o en programas de ayuda humanitaria.
Al menos el dinero de Spielverg ayudará a mantener nuestros derechos en California. No obstante, el dinero donado a favor de la Proposición no ayudará a nadie…