De siempre, o de casi siempre, actores considerados tradicionalmente cómicos, han intentado, con mayor o menor éxito, pasarse al drama. Alfredo Landa pasó de perseguir a rubias en bikini, con los calzones sujetos por encima del ombligo a pasarse al lado ‘serio’ llevándose premios en Cannes y en la China. Fuera de nuestras fronteras, Tom Hanks pasó de payaso excepcional de rostro indefinible a regalarnos prodigiosas muestras de trabajo actoral en las oscarizadas ‘Filadelfia’ y ‘Forrest Gump’ o las poderosas ‘Náufrago’ y ‘Salvar al soldado Ryan’, posiblemente sus mejores películas.
Sin embargo, en ocasiones, el paso de un género a otro ha sido aplaudido, a mi juicio, con demasiado entusiasmo, cuando en realidad no fue más que dejar atrás la mueca constante, para relajar el rostro, poner ojos de Bambi y soltar una lagrimilla emocionada. Andrés Pajares, tristemente de moda en los últimos meses por sus ‘digamos’ desvaríos, recibió premios de todo tipo por su papel en ‘Ay Carmela’ por no sortearse tetas con el Esteso y poner cara de mustio. La prueba es que luego quedó en eso y ya. Es sólo una opinión, pero pienso que Jim Carrey pertenece a este segundo bloque. Soy fan absoluto de ‘El Show de Truman’, pero gracias a Peter Weir, su director, y ‘Olvídate de mí’, pero por la deliciosa estructura imposible del guión de Charlie Kaufman.
Hace ya un tiempo os hablamos de ‘I love you Phillip Morris’, un proyecto en que se embarcaron el ‘elástico’ Carrey y el morboso Ewan McGregor, encarnando a una pareja de homosexuales enamorados en Miami. Y desde entonces os hemos ido poniendo al día sobre el proyecto. En un momento, francamente, temí lo peor. Carrey haciendo de gay enamorado, quizás con un cierto romeoyjulietismo de por medio para darle chicha al drama. Adoro a Ewan, que antes de colgarse los hábitos jedi, le comió la boca a tíos y enseñó la picha en algunas pelis, y creo que su versatilidad está fuera de duda, pero esto sonaba a enésimo intento del Carrey por ganar un Oscar e instalarse del todo en el lado opuesto a la mueca.
Sin embargo, el trailer (pirata, porque la calidad es bajísima y deberéis daros prisa en verlo antes de que la productora lo saque de la red), demuestra que para pesar de unos, pero suspiro de otros, y entre esos otros confieso que me encuentro yo, ‘Philip Morris’ es un vehículo para el cuerpo chicle de Carrey, insoportable para algunos, irrepetible para otros, dando vida a un hetero indudable, que tras fostiarse en el coche, pasa a ser gay. En el trailer, podemos ver, sin embargo, como el personaje no para de procurarse accidentes para recuperar su anterior identidad sexual. ¿Lo conseguirá, o caerá rendido para siempre en manos del guapo Ewan? Quizás ahí resida la verdadera gracia, y el mensaje de fondo, si lo hay, de la película, que al parecer, ojo os recuerdo, está basada en una historia real.
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joder más que un trailer parece un resumen xD
Me parece un poco tonto que traten de justificar la recien «adquiridad» homosexualidad del personaje de Jim, con un perdida de memoria o daño cerebral. Sinceramente no me parece convincente.
A mí sin embargo me la da la impresión de que, lo que le sucede al personaje, es que se desinhibe del golpe. Pero ya veremos 🙂
Pues a mi me ha parecido como si fuesen dos películas distintas. La primera la típica comedia de «vamos a jugar a que un hetero haga de gay» y la segunda una especie de historia de amor real.
No sé, era un poco raro, como que no pegaba la primera parte del trailer con la segunda.
Coincido con calamar, veo una mezcla de humor tonto con cierto drama y no me llama la atencion. Y Jim Carrey, en papeles serios, no me va mucho y en comedia, pues hace mucho que no le veo, vamos que ni me va ni me viene.