El pasado dos de octubre se estrenó en España la última película de Woody Allen, «Si la cosa funciona». Una película en la que el director de cine neoyorkino vuelve a sus orígenes, con una divertida película en cuya trama aparece por primera vez una pareja gay en toda regla.
«Si la cosa funciona» es una comedia Woody Allen 100%, tanto por sus diálogos, como por el ritmo de la película, y sobre todo, por sus escenarios. Tras rodar sus últimas películas en Europa, entre ellas Vicky, Cristina Barcelona, Allen recupera su escenario más habitual, la ciudad de Nueva York.
Un entorno que hace que la película recupere las esencias de sus viejas películas. Protagonizada por Larry David, Evan Rachel Wood y Patricia Clarkson, la trama gira en torno a un científico de lo más extraño llamado Boris Yellnikoff, que se encuentra en Manhattan con una joven del sur de Estados Unidos que ha huído de su casa. Una joven impresionable y con un punto paleto que quedará prendada de los «encantos» del científico y de sus teorías sobre la vida y el mundo.
Con diálogos muy divertidos, y algunas de las imágenes más típicas de Manhattan, como Times Squate o la Estatua de la Libertad, la película es un canto a la libertad personal de cada uno. Woody Allen hace una referencia constante a las vidas encorsetadas que lleva mucha gente en su día a día, sin poder desarrollarse personalmente, tanto a nivel personal, como cultural, o incluso sexual. Este es el caso de un gay que aparece en la película, un personaje secundario que encontrará en la ciudad de los rascacielos la felicidad absoluta al encontrarse allí consigo mismo.
Esta es la primera vez en la que aparece una pareja gay «oficial» en una película de Allen. Incluso uno de ellos afirma que se casó en Holanda con su anterior pareja, de la que se acaba de divorciar. Pero la aparición de personajes homosexuales no es nueva, ya que en 1979, Allen introdujo una relación lésbica en «Manhattan», una película en la que Meryl Streep se fugaba con una lesbiana.
Puede que esta película no sea de las mejores de Woody Allen, pero la verdad es que me encantó que Allen volviera a sus orígenes con sus geniales diálogos y los escenarios neoyorkinos. Una película divertida para pasar el rato que te hace reír desde que te sientas en la butaca hasta que te levantas.
Algo importante en estos tiempos que no están tocando vivir, porque al final, eso es lo que importa. Pasarlo bien en cada momento de la vida, ya que tal y como dice Allen,
el sol acabará extinguiéndose y todo desaparecerá.
En Ambiente G I Woody Allen
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