Ralf König es el autor foráneo de comics gays más gay del que podemos disfrutar a día de hoy. Con un dibujo muy personal al que ya nos hemos acostumbrado (hombres bajitos y narices grandes), unas historias costumbristas y cotidianas y unos diálogos tronchantes.
Todo sea dicho.
Últimamente, la Cúpula no paraban de recopilar historietas cortas de König, repletas de pechos peludos, y a mi me aburría (que recopilaran, no los pechos peludos). Y es que tras varios títulos como Konrad y Paul (que se han editado 3), Poppers o Roy & Al, pues ya había ganas de una historia algo más larga.
Así que con la publicación de El Diván de la Psicóloga volvemos a los cómics de larga duración.
König presenta a Silke zum Baden, una psicóloga con algún que otro problema sentimental, más tapujos sexuales y un hijo gordo pelín problemático. Por su consulta pasan diferentes personas, pero es gracias a su secretario gay que Silke tiene una cita digamos, para no hacer spoilers, que peculiar.
König se mete de pleno en una historia de relaciones heteras, con maricas de fondo. Miles de topicazos maricas acerca del sexo, otros tantos heteros acerca de los complejos de las mujeres y mucha sonrisa asegurada. No faltan penes König (que le gustan uncut y peludos) y sexo hetero (pobre, lo que tendrá que haber sufrido para la documentación).
Sin dudar, una lectura muy recomendable para esa tarde tonta, para ese viaje en bus en el que quieres desconectar de todo y reirte sin más pretensiones y sin moralina.
Sitio Oficial del Autor | Ralf König
Editorial | Ediciones La Cúpula
Nunca he leido nada de Kónig, aunque reconozco que como estan dibujados me llama la atencion, tiene pinta de estar muy bien.
* Sonia, la verdad es que el dibujo es muy agradable y favorece a la lectura.
Yo de König te recomendaría casi cualquiera, menos Yago, que es un poco rollo.
¡Gracias Peibols! lo tendre en cuenta 😉
Pues a mi Yago como que me gustó jo!!
Pero este me lo compraré, a ver como es eso de las relaciones heterosexuales….
Sonia, de nada!
Easyguy, bueno, a gustos colores. Es que Yago no tiene tanto humor como el resto de su obra. Eso y que me pareció muy largo.