Ya lo decía la tercera ley de Newton: «Siempre que actúa una fuerza sobre un sistema, se produce también una reacción igual en tamaño y cantidad, pero en sentido contrario».
En este caso, la fuerza son los apóstatas (entre los cuáles un tanto por ciento somos gays) y el «sistema afectado», la Iglesia.
Ante el fuerte movimiento apóstata que se está viviendo en España (ya citamos una noticia relacionada) y el miedo que les produce ver su futuro y su financiación en peligro, el Arzobispado de Valencia ha decidido recurrir a la Audiencia Nacional.
De esta forma, el Arzobispado muestra que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para no aceptar la voluntad de aquellos que solicitan ser borrados de los registros y libros bautismales de la Iglesia católica.
Por suerte, la Agencia Española de Protección de Datos entiende que aunque los libros bautismales no son un fichero de miembros de la Iglesia, sí son una base de datos de carácter personal y, por tanto, han de ofrecer la posibilidad de ser modificados o borrados, según refleja la ley. Por esta razón, la exigencia al arzobispado de que haga constar en los libros que estas personas han solicitado la baja.
Por otro lado, Agustín García-Gasco ha marcado una diferencia con otros obispados de España, que ha optado por abandonar la batalla y obedecer el mandato del citado organismo estatal.
¡Qué mal perder, por Dios!
Vía | Dos Manzanas | Periodista Digital | Levante – El mercantil valenciano
esta misma semana empiezo con todo este papeleo… antes de que las cosas se pangan más dificiles…
Pues si empieza ya que seguro que se las rebuscan para no dejarte apostatar.
Yo por suerte no estoy ni bautizado por lo que me libro de esos tramites.
Suerte y que no te lien mucho con tanto papel.