Dentro de mucho, mucho, cuando sea muy viejo y no tenga ganas ni fuerzas ni iniciativa suficiente como para hacer nada más interesante, me quiero morir y luego irme al Cielo.
Pero no ese Cielo que nos venden desde las Iglesias con patente. Esas que se pasan un siglo sí y otro también condenándonos, metiéndonos miedo, dándonos azotes, quemándonos en la hoguera, poniendo a los beatos en nuestra contra, acusándonos de desviados, herejes, blasfemos, contranaturales, pervertidos, enfermos, condenados sin remedio. Ese Cielo debe ser un muermo infumable. ¡Incluso para los que claman ahora por él!
Escuchar a Haendel por toda la eternidad, con un Señor de mirada severa, larga barba blanca y voz de trueno, sentado en un trono dorado con su Hijo a su derecha, sobre nuestras cabezas, mientras millones de angelitos rechonchetes y sin sexo revolotean alrededor, sería simpático por un rato, por un día, incluso por dos semanas quizás. Pero hasta dos semanas en Disneyland pueden acabar por ser deprimentes.
Yo CREO. Tengo motivos. Y pienso que antes de esta vida hubieron otras y después de esta habrán otras más. Creo que todo lo que nos conduce a esta vida tiene una lógica. Que tiene un sentido matemático que «eligiésemos» el lugar donde nacimos, nuestros padres, amigos, idioma, color de ojos, de pelo, de piel, nuestra capacidad de resistencia. Elegimos tener capacidad de enamorarnos, de ser creativos, de ser despistados, o prácticos, o mujer u hombre. Creo que elegimos ser hetero, o gay, o lesbiana, o bisexual, o transexual, para poder seguir evolucionando. Y creo que la aceptación plena de todo lo que somos y el vivir en consecuencia con cómo somos, aceptarnos con alegría como somos y alcanzando el éxito gracias a ello, es la lógica que le da a cada vida la razón de haber nacido.
Yo espero, de aquí a que muera, haber eliminado todos mis miedos, haber abatido a todos mis fantasmas, haberme desbloqueado de todos mis traumas, y haber sacado el máximo partido de mi mente, mi cuerpo, mi creatividad, mi sentido de la caridad y mi sexualidad «contranatura y gravemente desordenada«, para poder morir finalmente con la conviccóon de que yo sí merecí haber vivido.
Pero si todo esto en lo que creo es cierto, antes de que me toque vivir de nuevo, me gustaría que se me concediese una pequeña gracia: Por dos semanas, no más, quiero una parada en el Cielo. Mi propio Cielo. Uno a la orilla de la playa, con poca gente alrededor, o mejor nadie, para tomarme un respiro, caray. Arena blanca, 200 metros de mar adentro tibio y hasta la cintura, una casita de madera… y algunos ángeles. En lo único que quiero que se parezca mi Cielo al que nos vende B16 es en esto último.
Pero no quiero querubines de medio metro de alto con imposibles minúsculas alitas en la espalda (jobar, ¡sería como una playa con mosquitos!), sino altos, dulces, compasivos y hermosos, de los que susurran al oido hasta hacerte ronronear, de los que te van a buscar corales al arrecife para hacerte un collar de despedida, o comparten el fuego contigo regalándote la más cálida de las reflexiones o la más hermosa de las sonrisas cuando un intenso cielo naranja despide el día, y duermen contigo hasta el amanecer… Sería un buen remate para una vida gay y muy preventivo además, porque quién sabe, ¡quizás la próxima vez me gusten las mujeres!
Yo no sé si a la que te hace mayor van desapareciendo los miedos o salen algunos nuevos porque esta vida no deja de sorprendernos.
Creo que ya puedes considerar que sí mereces haber vivido.
Si existen esos cielos espero que sean muy privados porque más de uno va a querer uno asi, asi que lo mismo no estas tan solo. B
Buenas noches y que tengas dulces sueños.
Pues si que la vida no deja de sorprendernos, por fortuna. Espero no perder mi eterna fascinacion por ella ni mi ingenuidad para poder jugar con cada nueva propuesta.
Por otro lado, yo creo que si todos ocupamos un lugar, todos merecemos nuestro particular cielo. Que sea asi o no, poco importa… lo bien que lo pasa uno imaginandolo, jeje.
Me voy a mimir. See ya tomorrow 🙂
Uys, que me emociono!
Me ha encantado este post Dan, guardame una parcela en tu Cielo (con un par de angelitos).
Llevo tiempo leyendoos pero creo que nunca había posteado aquí, y ahora me veo obligada a hacerlo. El post me ha encantado, me ha parecido muy bonita tu visión del «cielo», yo también deseo uno como esos ^_^
Gracias por compartilo con nosotr@s
Carlos, no tengas morro que ya nos ha ofrecido su casa y con esto se ha ganado las puertas de su cielo 😉
Carlitos, si no das mucho el conazo XD, te invito a mi cielo. Seguro que serias un buen complemento 😉
@ Naiade:
Gracias a ti. Es la primera vez que te veo por aqui (creo). A veces, antes de poner un post tan personal, me pregunto si realmente interesara a cualquiera salvo a mi. Es bonito comprobar como tambien vosotros podeis disfrutar de ello. Un abrazo.
Dan, al final Carlos se sale con la suya y terminas adoptandolo 😉
Hola, me gustaria felicitaros por el Blog. Es la primera vez q escribo y me gustaria decirte q me parece una reflexión muy buena la q haces y q comparto contigo y con el resto. Un saludo
Me parece una reflexión muy bella y personal!gracias por compartirla, dan. Comparto muchas de las cosas que dices en el post, la visión de la vida, de superar los miedos y traumas hasta ser verdaderamente tú y que tb elegimos nuestra vida antes de nacer, incluso a nuestra familia y que nuestra vida es una vida de superación personal hasta ser verdaderamente tú!
Tienes muy buena prosa y una excelente capacidad para comunicar 🙂
Saluditos!
Gracias 😉
Que bueno que os haya llegado. Uno nunca sabe hasta que punto las «pajillas» de uno pueden interesar al resto.