Hablando desde un punto de vista económico y según recoge un estudio de la Universidad George Mason, realizado éste por el profesor Richard Florida (en la foto. No he enlazado el vídeo para ahorraros la pérdida de tiempo).
Si me creyera estudios como éste, me llevarían a pensar lo bien que hacen ciudades como Viena queriéndose subir al carro, y lo mal que lo planteaba Praga si no quiere estar en la cola.
En el estudio, el profesor Florida utiliza el «índice gay-bohemio», con el que dice «demostrar que la población artística, bohemia y gay tienen un efecto primordial sobre el valor de las viviendas«. Amén de otras virtudes como «atraer a inmigrantes de India o China que se asentarán para empezar nuevas empresas tecnológicas«.
Ahora resulta que los estudios que hacen sobre nosotros, la comunidad LGBT, hasta los más simpáticos y agradables, y los que intentan imputarnos los más favorables aspectos e influencias sobre la sociedad, nos acaban dejando en lo tópico.
¿No se han planteado estudiar el número de ventas por tienda de iPods, o condones por farmacia, y declarar como barrio gay a la zona circundante de los primeros puestos?
No juego si no aceptamos que ser homosexual, con sus hechos diferenciadores en lo personal, no nos diferencia del resto de la humanidad. Ah, y que los gays y lesbianas no tenemos la culpa de que los pisos en Chueca se hayan puesto por las nubes. ¿O sí?
Vía | Estrafalarius y The Raw Story
Foto | captura de la entrevista en la CNN
Bueno, el indicador gay-bohemio puede tener responsabilidad compartida con los bohemios. Yo creo que los tópicos suelen tener su parte de verdad, y ese estudio quizá no va tan desencaminado aunque algunas cosas suenen como aquello que salió en una noticia de que los gays no teníamos gastos fijos jaja. Simplemente somos un grupo demográfico más y tenemos bastantes peculiaridades que han hecho que se viva de una forma determinada (diferentes formas de plantearse las cosas debido a que hemos pasado por ciertas experiencias como vivir siendo una minoría sexual en ambientes no tan acogedores a veces), y se tengan actitudes determinadas, unos más otros menos.
Todas esas cosas crean una serie de hábitos y de formas de hacer las cosas que pueden tener impacto en la economía. Y los de mercadotecnia bien que lo saben. Como tu apuntas, ahí van las ciudades a ver si se llevan un trozo de pastel. Si lo hacen es porque saben que hay beneficio.