¡Vaya por Dios! – nunca mejor dicho -. De nuevo «Monse» – Monseñor Antonio María Rouco Varela – al ataque, pero ahora no está contra nosotros – los gays y transexuales – sino que se enfrenta a los de su propia familia. Supongo que sabéis de lo que hablo, aunque os pongo en situación brevemente. Resulta que la parroquia de San Carlos Borromeo (en Entrevías, distrito de Puente de Vallecas) está amenazada con echarles el cierre porque los actos litúrgicos no son homologables eclesiasticamente – cito literalmente lo que ayer escuché en Los Desayunos de TVE -. Esto es lo que faltaba, es irrisorio dar este argumento cuando en San Carlos de Borromeo se están dejando la piel ayudando a los más necesitados, que es lo que Jesús hubiera hecho, pero claro, para «Monse» es una bajada de pantalones rebajarse a esos niveles. Quizás tenga miedo que se le caigan los anillos por la poca costumbre a hacer algo de provecho para el pueblo. Cuanta falsedad, cuanta mentira. ¡Qué verdadero engaño!
«Monse», tan patriota él, tan amante de la unidad inquebrantable de España, tan preocupado por las conspiraciones, la educación, la familia heterosexual, la retribución económica, el laicismo, tan derechista, no puede entender que alguien esté metido en el mundo de los pobres, sin exigir privilegios, ni dinero. No entiende que para otros, como lo fue para Jesús, sean más importantes los arruinados por la droga, la prostitución, la marginalidad. Pero claro, no olvidemos que los pobres no son homologables y además desprestigian. Un príncipe de la Iglesia no puede rebajarse a la compañía proscrita de la pobreza real.
Bueno, la verdad es que todo esto tiene poco o nada que ver con el mundo LGTB, pero este artículo tiene un sentido y es que según ví ayer en La Noche Hache, Enrique de Castro, uno de los párrocos de San Carlos de Borromeo, comentaba que en su parroquia eran todos bienvenidos y que existían entre ellos parejas gays – peras con peras, dijo aludiendo a la estupidez que en su día soltó Ana Botella -.
Que terrible casualidad, la única parroquia que conozco que hacer una labor social y asistencial con los pobres y marginados y que además acepta la homosexualidad y está a punto de cerrar sus puertas. ¿No es muy raro? – como me gusta el morbo y la ironía… –
El inicio de todo esto viene del Vaticano pero será «Monse» quien decida. ¿Qué pasará?
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Yo leo poca prensa y veo poca tele. ¿Se sabe cómo se inició el tema? ¿Se quejó alguien?, porque yo no sabia ni que existia hasta que se habló de cerrarla. No deja de ser una iglesia y un cura, que pertenecen a una ¿sociedad? con sus propias reglas. No demuestran lo que representan, pero eso no es de ahora.
el tema empezó porque alguien denunció en el Vaticano lo que estaba sucediendo allí… Que todavía no se que es… Porque no veo nada grave es oficiar misas en vaqueros. No lo hacen por llevar la contraria sino para no marcar diferencias. No tiene lógica que os fieles estén pasando hambre, no tengan un techo ni tampoco ropa que ponerse y sin embargo el cura vaya impoluto.
En cualquier caso, el tema está en que Enrique Castro me ha parecido tras escucharle un hombre muy humano, de los que realmente ayuda sin esperar nada a cambio y un hombre que tampoco alardea de ayudar a la gente como para hacerse más importante y para convencer al mundo y así mismo de que es bueno. Él no necesita la aprobación ni el visto bueno de nadie, el quiere a la gente sin mirar lo que tienen o lo que son, es el vivo ejemplo de Jesús, que ni de lejos es el de la Iglesia en general.
Sonia, se que no es nuevo que la Iglesia es uan farsa, pero si que es nuevo que la Iglesia vaya contra ella misma y concretamente contra una parroquia que hace lo que promulga y como otras que se quedan de brazos cruzados hablando por hablar.
Va contra ella misma, porque esta parroquia se ha rebelado y actúa como debe ser pero no cómo es en realidad.
Gracias por la explicación. ¡Qué ganas de hacer daño que tiene la gente cuando los demás no hacen daño a nadie! es maldad gratuita. Me exaspera.
a mi también me vuelve loco sólo de pensarlo…
me alegro que lo hayas entendido y que además compartas mi misma opinión.
salu2
oye! a todo esto… ¿qué edad tienes?
35, en octubre 36, nací en el 71, te lo digo porque a veces pierdo la cuenta 😀
Bueno, desde que he tenido conocimiento de esta noticia, me he dicho, ojala sea el principio de una accion en cadena. Tal y como esta la Iglesia, necesita ser «dinamitada» con una revolucion desde dentro. Se lo estan ganando a pulso.
Dan, relajate, que parrocos como ese no sé si habrá muchos, pero como «monse», unos cuantos.
Hay demasiados «Monse» vestidos de raso (me pregunto si usaran tambien calzoncillos Calvin Klein o Dolce & Gabbana), pero torres «mejor vestidas» han caido.
Yo creo sin embargo, que curas «rojos» hay mas de lo que parece, solo que tambien hay miedo a salirse por la tangente. En fins.
algunos sacerdotes -muy pocos- hacen lo que consideran moralmente correcto, aunque esto vaya en contra de las reglas que les impone el Vaticano. Asi, ha habido casos como el de ese cura (no recuerdo el nombre) que defendía el uso del preservativo y decía que estaba bien usarlo, y casi de inmediato tuvo que retractarse porque lo obligaron a hacerlo.
Da la impresión que los sacerdotes tienen prohibido acercarse a la gente, porque uno ve a los mormones, testigos de jehova, etc… que van de puerta en puerta ofreciendo su religión, pero nunca he visto que los curas hagan algo así.
ojala esta parroquia pueda seguir ayudando solidariamente, hay mucha gente que lo necesita.
@dan: yo creo que muchos no llevan ropa interior… jejeje
Yo estoy contigo. Toda esta mierda se les va a caeer encima tarde o temprano.
La gente ya no es tan tonta como antes. La sumisión queda en el olvido y ahora se toman medidas para casi todo… Vienen cambios para la Iglesia también por mucho que les joda – hablando mal y pronto -.
Es cierto que la gran mayoría de los curas no «van de casa en casa» pero no olvidemos al OPUS DEI que si reparte por buzones y por algunas calles papeletas…