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¿Discriminación o negocio?

21/01/2014 por Peibols 15 comentarios

Solo Chicas

El interesante post del otro día de JaviM me hizo recordar cierta situación que viví en Barcelona hace ya más de diez años (sí, soy así de mayor). Una de mis mejores amigas iba a una KDD de chicachica.com y yo me uní, un poco más tarde, a los cafés. Fuimos al Members donde, previa observación vía mirilla, te dejaban entrar sólo si eras chica. Obviamente, yo no iba a entrar.

Una de las organizadoras de la KDD, que conocía a la dueña entró primero y le explicó la situación por lo que finalmente, me dejaron entrar. Me sentí más que agradecido porque al fin y al cabo yo era quién estaba accediendo a un terreno que no era el mío.

Javier Martinez Coaching LGBT

Algo parecido ocurría en el DMer, dónde sólo te dejaban entrar tras avisarte que eso era un local de lesbianas y que ante cualquier comportamiento que molestase a las clientas, te iban a invitar (más o menos) amablemente a abandonar el local. Es una discriminación por sexo, sí. Es ilegal esta práctica, sí. Pero en muchos casos, es de agradecer.

Tú tienes un negocio. Tú sabes a quién orientas tu negocio. Tú sabrás qué tipo de público quieres. Si te interesa más un público que esté cómodo, en su mayoría, o un público que prefiera la exclusividad del ambiente en el que se mueve.

El dueño del grupo Arena, por ejemplo, consideró que el rincón, al fondo a la izquierda, de las lesbianas era muy pequeño para su público lésbico. Así que abrió Aire. Aire, muy al principio, era sólo para chicas. Pero para crear un «circuito Arena» (y poder moverte de Aire a Classic, para acabar en VIP) se tuvo que abrir más el filtro de la entrada.

En Aire se empezaron a ver hombres. En la mayor parte de las ocasiones, homosexuales, amigos de lesbianas. Puntualmente, pero pasaba, accedían al local heteros mirones. No todos eran tan descarados como esos que se masturbaban viendo jovencitas besarse. Pero muchas lesbianas no se sentían del todo cómodas ante según que tipo de miradas. Y, si no te sientes cómodo en un bar de ambiente ¿dónde vas?

A día de hoy, Arena (sobre todo la Classic) ha perdido gran parte del encanto que tenía el mítico local en los 90 y principios de los 00. Se ha llenado de garrulos, de despedidas de soltero/a y de cenas de empresa. Mucha gente respetuosa, sí, pero tamién heteros y heteras que miran con extrañeza y curiosidad y que el lunes, en la oficina, comentan que han estado en una disco de gays. Abrir el ambiente de una discoteca ha matado el espíritu de la misma.

No vivimos en Oslo, dónde casi no hay bares de ambiente porque todo son bares mixtos. Vivimos en un país en el que hasta hace menos de 40 años se nos acusaba y señalaba, juzgaba y mataba. Eso deja poso. No podemos expresarnos con libertad total en cada bar al que entramos. Por eso somos nosotros los primeros que hemos tenido que crear un gueto, un ambiente. Pero no lo digo en plan victimista. Lo digo en plan valiente. Los empresarios que se han lanzado y arriesgado a abrir negocios para un público tan minoritario.

Por eso, si cada empresario quiere enfocarse a un público concreto, dejemos que lo haga. Si alguien abre una discoteca y decide que sus clientas no tienen porque aguantar hombres (sean heteros mirones o sean divertidas maricas), que sea esa la línea editorial de la discoteca y podemos dejar de ir, si no nos interesa su política de puertas.

Imagen de portada | TodoPapas
En Ambiente G | Locales de ambiente que prohiben la entrada a mujeres, ¿derecho de admisión o discriminación?

Archivado en:Curiosidades Etiquetado con:discriminación, lesbianas

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Comentarios

  1. mr_stardust dice

    21/01/2014 en 16:57

    Estoy MUY a favor de ese tipo de «exclusividad» y sobretodo en bares de lesbianas. La mayoría de los locales de ambiente son mixtos o exclusivos para hombres y veo muy bien que ellas tengan su propio espacio y se las deje tranquilas, que muchos tienen la manía de «apropiarse de terrernos» que no son suyos 😉

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  2. cheiber.roll dice

    21/01/2014 en 17:01

    en el Arena me robaron dos de mis chaquetas preferidas

    Responder
  3. nanovlc dice

    21/01/2014 en 17:22

    «No podemos expresarnos con libertad total en cada bar al que entramos. Por eso somos nosotros los primeros que hemos tenido que crear un gueto, un ambiente», palabras textuales. No podrá expresarse con total libertad en cada bar al que entre quien no quiera, yo he ido con colegas y con mi novio de hace años a bares de rock como el standby en valencia (es el rollo que me va) y no he tenido ningún problema. Los problemas muchas veces se los crea uno, y es una mania muy recurrente entre muchos gays el pensar: «no me aceptan, me van a mirar mal si voy a tal sitio, me van a juzgar…» y todo eso antes de que pase nada. Y así pasa lo que pasa, que hay gente que no sabe vivir sin ir al bar gay a tomar un café, a la tienda de ropa gay a comprar la ropa o tomar el vino gay de turno (existe claro). Y su vida pasa a estar dominada por cosas con el apelativo «gay» las 24 horas del día. Yo por mi condición sexual aspiro y siempre he aspirado a llevar una vida igual de normal que un heterosexual, sin victimismos ni miedos ni «que dirán», parece ser que hay gente que no. Muchas veces los gays buscamos la igualdad pero somos los primeros en querer diferenciarnos en todo (a mi muchos gays me han dicho que como no me gustan mucho los bares de ambiente estoy en el armario, que como no me gusta que me llamen en femenino soy un aburrido y que como doy la mano en vez de dos besos… pues si, de nuevo estoy en el armario, jaja). Me recuerda todo tanto a la asociación gay que pidió (vosotros dísteis la noticia) en el mundial que pusieran unas vallas para separarlos por si «pasaba algo» por su orientación sexual… muy chungo todo.

    A mi el no dejar pasar a mujeres me parece mal, y además es un delito. Luego nos quejamos de colegios como los del opus que segregan por sexo (yo he ido a uno), pero esto de las discotecas nos parece de puta madre. En fin, un saludo

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    • yurialencar1 dice

      22/01/2014 en 08:19

      Odio los bares de ambiente por eso. Y si queremos igualdad, tenemos que hacer lo que haces tú que es ir a todo tipo de bar como todo el mundo (cuidado con los bares fachas). Tampoco frecuento barrios gays por la misma razón. Cuanto más te margines más engordas la línea que nos diferencia, aumentando así la barrera de los barrios marginales. En mi opinión, si queremos integración deberíamos estar más mezclados todos. Ni barrios gays, ni barrios chinos, ni barrios turcos y ni barrios árabes (si vais a Bruselas entenderéis lo que digo, allí los barrios marginales destacan muchísimo, es como ir a otro país).

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    • susana.azahal dice

      23/01/2014 en 21:51

      Pienso 100 % como tú.

      Las layes están de parte de la igualdad y de la no discriminación por orientación sexual. Si tu vas a una discoteca y una cateta pija ha sido convencida por sus amigos liberales o su amigo gay relamido, de ir a Arena y mira con extrañeza el problema lo tiene ella que tiene prejuicios para aceptar a la gente que dista mucho de lo que ella considera «normal», no tú, aunque seas una locaza de tomo a lomo.

      Responder
  4. caballerow dice

    21/01/2014 en 18:06

    »Algo parecido ocurría en el DMer, dónde sólo te dejaban entrar tras avisarte que eso era un local de lesbianas y que ante cualquier comportamiento que molestase a las clientas, te iban a invitar (más o menos) amablemente a abandonar el local. Es una discriminación por sexo, sí. Es ilegal esta práctica, sí. Pero en muchos casos, es de agradecer.»
    Perdona, pero es que justo ese caso de discriminacion no tiene nada. Te dejan entrar, y si empiezas a hacer el gañan con las chicas a la puta calle. Eso me parece perfecto. Lo que no me parece de recibo es denegar la entrada a alguien por defecto. Y vuelvo a decir lo mismo ¿que pasa si el propietario de un bar piensa que su clientela hetero se puede sentir muy molesta al ver a una pareja homosexual? ¿Por que el no puede hacer la misma discriminacion? Un hetero que no le gusta lo que ve, se tiene que joder obviamente, pero si una mujer lesbiana no soporta ver a un hombre(ojo, que no la esta molestando ni nada por el estilo ) en ese bar , tiene toda la razon y derecho de echarme a la puta calle … ¡Cuanta hipocresia!

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  5. jmdom83 dice

    21/01/2014 en 18:20

    Bravo, este sí es un artículo transparente y lógico. Felicidades Peibols, como siempre!

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  6. desastre dice

    21/01/2014 en 18:30

    Es una cuestión de educación, de respetar el espacio de los demás. Somos el país con mayor número de locales de hostelería por habitante de la UE, así que siempre va a haber un garito donde encajes, sin necesidad de invadir bares ajenos. Aun así, no estoy de acuerdo con que los locales restrinjan la entrada, eso es discriminación, y permitirla supondría abrir puertas que ya creíamos cerradas.

    Responder
  7. xtian20 dice

    21/01/2014 en 22:25

    Me gusta mucho como escribe Peibols y seguro de que no lo ha escrito con mala intención, pero a mi esta frase me suena muy desafortunada. «Es una discriminación por sexo, sí. Es ilegal esta práctica, sí. Pero en muchos casos, es de agradecer»

    Responder
  8. newtoy dice

    22/01/2014 en 04:36

    Queremos normalidad y somos los primeros en defender los «apartheid» discotequeros. Basta de zulos y de diferencias entre gay o hetero a la hora de divertirse.

    Responder
  9. yurialencar1 dice

    22/01/2014 en 08:13

    La política de puertas no es exclusiva del mundo gai. Es muy corriente que no te dejen entrar por cómo vas vestido o qué zapatos llevas. Y en las discos de toda la vida dejan entrar gratis las chicas los viernes y los tíos nos tenemos que joder. Ha sido así siempre. Yo no entro en esos tipos de bares porque pienso que no somos maniquíes sino personas. El que lleve un esmoquin no quiere decir que tenga clase, dinero o que tenga cierta edad (aunque sí puede ser un filtro), por tanto solo pago entradas en aquellos bares donde va todo tipo de gente (y que incluya la consumición ;)).

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  10. niray dice

    22/01/2014 en 17:11

    Quiero hacer hincapié en la ilegalidad de dicha discriminación, la cual el autor del post la nombra superficialmente:

    –¿Existen actividades excluidas de la regulación del derecho de admisión?
    Sí, quedan excluidas las celebraciones de espectáculos o el desarrollo de actividades recreativas de CARÁCTER ESTRICTAMENTE PRIVADO O FAMILIAR, así como las que supongan el ejercicio de derechos fundamentales en el ámbito laboral, político, religioso, sindical o docente
    […](Artículo 2 Decreto 10/2003)

    –¿Existen algunas prohibiciones a la hora de establecer las condiciones específicas de admisión?
    Sí, las siguientes:
    – Las que puedan suponer discriminación o trato desigual en función de la edad, SEXO, nacionalidad o raza de los asistentes, así como el establecimiento de precios diferenciados en función de tales circunstancias, pudiéndose establecer precios diferenciados, en función de la edad de los asistentes, solamente en una serie de establecimientos públicos (ver siguiente pregunta frecuente).
    – Las que establezcan una edad de admisión superior a la permitida para cada tipo de establecimiento por la normativa aplicable.
    […](Artículo 6 Decreto 10/2003)

    –¿Por qué motivos se pueden establecer condiciones específicas de admisión?
    El organizador del espectáculo público o de la actividad recreativa y, en su caso, el titular del establecimiento público, podrán establecer condiciones específicas de admisión y de permanencia en el mismo, exigibles sin distinción a todos los usuarios, basadas exclusivamente en los siguientes motivos tasados:
    – Las que establezcan una determinada etiqueta indumentaria y de calzado, siempre que ello no suponga la exigencia de marcas comerciales.
    – Las que impidan el acceso de personas acompañadas de animales, a excepción de perros guías por personas con disfunciones visuales.
    – Las que impidan el acceso de personas que porten comidas o bebidas para ser consumidas en el interior de establecimientos de hostelería y esparcimiento.
    – Las que establezcan la prohibición de fumar en el interior del establecimiento.
    – Las que establezcan la prohibición de consumir bebidas o comidas en el interior del establecimiento.
    – Las que impidan el uso de cámaras fotográficas, videograbadoras o grabadoras de sonido en establecimientos autorizados para la celebración de espectáculos públicos o al desarrollo de actividades culturales y sociales.
    – Las establecidas por los titulares de los establecimientos de hostelería y esparcimiento, que exijan la consumición de los bienes o servicios prestados por el propio establecimiento para utilizar sus instalaciones o elementos del mobiliario.
    – Las que impidan el acceso a menores de 18 años en discotecas, salas de fiesta y en pubs y bares con música.
    (Artículo 7 Decreto 10/2003)

    –¿De qué manera se deben anunciar y publicitar las condiciones específicas de admisión? Una vez que hayan sido autorizadas de forma expresa por el órgano del Ayuntamiento competente, las condiciones específicas de admisión deberán figurar, junto con la fecha de la Resolución y la identificación del órgano autorizante, en un cartel, con formato mínimo de 30 cm de ancho por 20 cm de alto, que deberá colocarse en sus accesos y en las taquillas de venta de localidades y de forma que resulte claramente visible y legible desde el exterior.
    […](Artículo 8.5 Decreto 10/2003)

    Así que, al contrario de lo que expresas, el empresario no puede hacer lo que le dé la gana en beneficio de su negocio, para ello existen unas leyes que defienden al consumidor que han de ser respetadas. Si no, todo empresario se pasaría por el forro los derechos de todo el mundo en pos de ganar más dinero.
    Además ya no solo se trata de leyes que defienden al consumidor, estamos hablando de una cuestión de discriminación anticonstitucional.

    Siguiendo tu principal argumento (“Tú tienes un negocio. Tú sabes a quién orientas tu negocio. Tú sabrás qué tipo de público quieres” y “Por eso, si cada empresario quiere enfocarse a un público concreto, dejemos que lo haga. Si alguien abre una discoteca y decide que sus clientas no tienen por qué aguantar hombres (sean heteros mirones o sean divertidas maricas)”) supongo que estarías totalmente de acuerdo en que si ahora me da por abrir un bar en mi pueblo prohibiera la entrada a negros, ya que en mi pueblo, la mayoría de gente es racista, y no creo que mis clientes se sintiesen cómodos tomándose un café al lado de un negro que no se ducha (puestos a calificar a los heteros como mirones y a los maricas como divertidas, también podría calificar con prejuicios a los negros). Atendiendo la temática de blog, también podría abrir un pub donde estuviera la entrada prohibida la entrada a gays, ya que como empresario no quiero que mi público se sienta intimidado y deje de ir.

    Tu otro argumento para defender la discriminación es, que las personas que están en el interior se pueden sentir mal si la gente que le rodea no le gusta. Pues imaginaos que bien se siente la persona a la que le deniegan la entrada a un local al que intenta acceder con sus amigos, y el resto de sus amigos si pueden entrar, se siente estupendamente hoygan. No sabía que en esta sociedad debe de primar el bienestar de unas personas o colectivos sobre otros. A esto me puedes contestar que estas yendo a un sitio que no te corresponde, que allá donde vayas debes de respetar lo que hay (parece ser que se presupone que si eres hetero vas a ir de mirón y a meter mano), y en el caso de que te dejen entrar decir tal y como dices en el artículo “Me sentí más que agradecido porque al fin y al cabo yo era quién estaba accediendo a un terreno que no era el mío” o “ dejar de ir si no nos interesa su política de puertas.”. Vaya, cual familiares me resultan estos argumentos, pero aplicados a los inmigrantes: si viene aquí que respeten, no estoy comodo si voy por la calle y está lleno de moros, se deberían de sentir agradecidos encima de que les dejamos entrar, si no están de acuerdo con nuestras costumbres que se vayan a su país… Al fin y al cabo la homofobia (positiva en este caso) y el racismo suelen ir juntas de la mano. (Que ojito, no estoy diciendo que tú seas racista, si no que estas usando los mismos argumentos).

    Por último decir, que me sorprende que Weblogs.SL (y más en concreto AmbienteG) albergue contenido que aníme y defienda a saltarse la ley y con contenido tan discriminatorio y sexista, más aún cuando se trata de un blog que efectivamente lucha contra eso, contra la discriminación de género y sexualidad. Y como crítica personal diré que me parece un artículo escrito con odio y rencor, utilizando el método de ojo por ojo, diente por diente, que queda patente en frases como “Vivimos en un país en el que hasta hace menos de 40 años se nos acusaba y señalaba, juzgaba y mataba. Eso deja poso. No podemos expresarnos con libertad total en cada bar al que entramos. Por eso somos nosotros los primeros que hemos tenido que crear un gueto, un ambiente.” y que para solucionar un fenómeno de discriminación se proponga más discriminación todavía. Si a mí me prohíben la entrada a un bar hetero porque la gente se va a sentir comoda si me ve besarme con mi pareja, en lugar de defender nuestros derechos y promover, mejor restringiremos los derechos de los demás, y hagamos un bar donde esté prohibida la entrada a mujeres para que así no vengan heteros.

    Estupendo todo oye.

    Responder
  11. ssoniar dice

    23/01/2014 en 13:51

    La cuestión es que si alguien molesta o se comporta indebidamente se le tiene que echar y da igual el sexo o la condición.
    En cuanto a la curiosidad hetera, pues dada la ignorancia, si se sigue apartando a los heteros, esto solo despertará más su curiosidad, pero si nadie se oculta y éstos ven que no hay diferencias, poco a poco se llegará a la normalidad y se acabará ese «cotilleo».

    Responder
  12. rafa81 dice

    24/01/2014 en 14:27

    Lo mires por donde lo mires es discriminacion. No es legal y no hacemos ningun favor al colectivo con normas de este tipo.

    Responder
  13. stonewall dice

    25/01/2014 en 00:00

    Me sorprende la gente que trata este problema de diferenciar espacios como si ya existiera la igualdad, como si las lesbianas y los gays gozáramos de los mismos espacios, derechos y privilegios que los heteros y no fuera necesario abrir espacios propios.
    Pero no sé porque me extraña cuando algunos dicen que su finalidad es ser tan «normal» como los «heteros»…¡tela!

    Responder

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