Hun Sen, padre de 6 hijos y primer ministro de Camboya, ha decidido retirar su apellido a la hija que adopto en 1988 por ser lesbiana.
«Mi esposa (Bun Rany) y yo la adoptamos cuando era un bebé en 1988 y ha usado mi apellido desde entonces», dijo Hun Sen durante una acto de educación (qué paradoja) en Phnom Penh al que asistían unas 3.000 personas y que se transmitió por la televisión.
El gobernante admitió que «un caso lésbico ha ocurrido» en su familia y acusó a una de sus tres hijas, cuya identidad no reveló, de llevar mujeres a su casa. Si, acusó, como si hubiera cometido un imperdonable delito.
Eso si, en un arrebato de generosidad, el Primer Ministro, el tal Hun Sen, pidió a la población tolerancia con los homosexuales, justo después de desterrar a su hija por bollera.
Supongo que con el tiempo, en los diccionarios, justo al lado de incongruencia irá una foto del Camboyano, porque al lado de hipocresía ya no hay espacio para más fotos.
En referencia a los homosexuales dijo que «La mayoría de ellos son buenas personas y no consumen alcohol ni drogas ni compiten en coches de carreras«, como suelen hacer las pandillas juveniles. Claro, nosotros jugamos a las muñecas. Como se nota que Hun Sen no sale por el ambiente.
Paradojicamente la sociedad Camboyana, como la de su vecina Tailandia, suele ser muy tolerante con la homosexualidad. De hecho en 2004, el entonces rey Norodom Sihanouk apoyó al colectivo LGTB, incluso reconoció su derecho a casarse.
Vía | Europa Press
Buf, increíble, cuánto falta todavía por andar, para rato tenemos…