Tras una batalla en los tribunales de un año de duración a cuenta de una denuncia de una transexual por discriminación, un hostelero de Scottsdale, Arizona ha convertido su garito en una disco gay.
Tom Anderson, que así se llama el propietario, ha confesado que ha realizado el cambio con el fin de cambiar Scottsdale, ciudad muy dada a los crímenes de odio hacía la comunidad LGBT.
Anderson saltó a los titulares de los periódicos el pasado año, cuando prohibió la entrada a una transexual, después de que una clienta se quejara del uso del lavabo femenino por transexuales.
La mujer, Michele DeLaFreniere, interpuso entonces una demanda contra el local por discriminación.
Anderson y DeLaFreniere finiquitaron sus diferencias en los tribunales el noviembre pasado, cuando acordaron que el propietario levantaba el veto a los transexuales si la demandante retiraba la demanda interpuesta.
Anderson incluso llego a construir un baño independiente para que pudiera usarlo cualquier persona.
Ahora, el local antes llamado Anderson´s Fifth Estate, pasa a llamarse Forbidden Night Club. Y se dirige mayoritariamente al público Gay.
Si no estuviéramos acostumbrados a las paradojas de la América profunda y no tan profunda, moriría de asombro ante tamaña metamorfosis.
Aunque desconozco las razones últimas de este espectacular cambio de estrategia empresarial, imagino que responden a motivaciones puramente económicas, porque el fin último de toda estrategia empresarial es ganar dinero, aun a cuenta de tus ideas y odios.
Y es que poderoso caballero es Don Dinero. Sino que se lo pregunten al ex homófobo hostelero.
Vía | KPHO
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