Es una mañana como otra cualquiera. Pero en lugar de estar trabajando en Zaragoza, te toca estar de reuniones por Madrid. Vas en el metro, dormitando.
La gente lee, escucha música. Todo el mundo va como zombi. Llegas a la estación de destino, sales del vagón, arrastrado por una marea humana que te arrastra hacia las escaleras mecánicas. Somos como hormigas disciplinadas moviéndonos por las entrañas de Madrid.
Tras abandonar los largos pasillos, encaminas tus pasos hacia la superficie. Un día gris y lluvioso comienza a asomar por la boca de metro. Sólo deseas acabar el día, y nada más salir del metro, se hace la luz.
Un enorme cartel publicitario de un tío semidesnudo “vistiendo” de Calvin Klain te saluda, iluminándote el rostro como el sol cuando aparece por el horizonte. Y parece que el color del día, comienza a cambiar. Realmente, y a nada que te lo propongas, con muy poco se puede ser feliz.
Nacho, estoy completamente de acuerdo contigo, ser feliz sólo es porponérselo. Y de los anuncios de las marquesinas prefiero no hablar, llevamos una temporadita que sólo nos ponen tios buenorros, da igual lo que te vendan. Concretamente los nadadores estos anunciando la nueva colección underwear de Dolce & Gabbana me han dado a mi un verano…que verano! yo ya estaba hasta preocupado porque en cualquier momento iba a acabar restregándome con una de esas marquesinas y montando un espectáculo dantesco en plena calle…
Pero bueno, a mí y a media España, que anda que no he visto yo esa famosa foto en tuentis y similares de tías…si es que como estaban, pa no babear, dios mio.
Como Amelie, tenemos que disfrutar de los pequeños placeres de la vida…^^
2# Cierto, que la vida son dos dias. 😛
2# Cierto, que la vida son dos dias. 😛
Perdon por el doblepost, me ha dado un error de GateWay en todo webblogs. :S
cuando vine a madrid tenía un cartel de estos justo delante de la boca del metro de mi hotel… como para no alegrarte el día, incluso a las 5 de la mañana antes de coger el avión… 😛
xDDDDDDDDDDD! Tremendo, Juan, tremendo. xD Solo de imaginarte ya me descojono en el suelo…
Hay veces que ni si quiera hace falta salir del metro… En el propio vagón hay veces que te encuentras a cada dios griego… QUE UFF. Se me suben tóh lóh caloréh.
solo hay que pararse un poquito y observar lo que hay alrededor 🙂
Jo , donde yo vivo nada más que hay carteles feos de telefonía….nada un motivo más para irme de mi ciudad XD XD
Todo cierto. No hay nada mejor que aprovechar todo lo que nos encontramos por la calle!
Jajajaja, la verdad es que te estoy imaginando Juan y me esta dando un semi-ataque de risa en plena clase.
La verdad es que si que alegran los cartelitos dichosos, aunque por mi facultad, solo con ir a la cafeteria se te quitan todas las penas =)