Si perteneces a ese amplio porcentaje de gays que odia el fútbol, imagino que estarás encantado con la celebración estos días del Mundial de Brasil. Pues bien, dejando la ironía a un lado, aquí te traigo 10 auténticas razones que te animarán a poner la tele para no perderte ni uno solo de los partidos.
Razones, claro está, llenas de bíceps, tríceps y pectorales bien esculpidos. Vamos, que lo que aquí vas a encontrar es a 10 chulazos como la copa de un pino que no solo destacan por darle patadas a un balón. Por supuesto no están todos los que son, pero aquí van 10 por los que un servidor estaría dispuesto a gritar gol cada vez que fuese necesario. Ah y si quieres destacar alguno que no esté en la lista, deja su nombre en los comentarios. Nos harás muy felices a todos.
Giorgos Tzavelas – Grecia
¿Quién se acuerda de Zeus, pudiendo disfrutar de Giorgos Tzavelas? Esto sí que es un dios griego y no los que encontramos en la Ilíada. Actualmente juega como defensa en el PAOK Salónica de la Super Liga de Grecia y es uno de los 23 de la selección griega. Maravilla pura.
Ezequiel Lavezzi – Argentina
Aparte de estar como un tren, no puedo evitar pensar en ese acento argentino que se debe de gastar Ezequiel Lavezzi. Sí, de los que te comen la oreja y te derriten como a la bruja mala del Mago de Oz. ¿Y qué me decís de esos brazos tatuados? Ay, ché… Este delantero, además de estar en la selección argentina, juega en el París Saint-Germain de la Ligue 1 de Francia.
Graham Zusi – Estados Unidos
Mediocampista o delantero en el Sporting Kansas City de la Major League Soccer de Estados Unidos. Eso es Graham Zusi, además de un mozo de pelito largo y facciones cuadradas. Lo reconozco, odio a su sonriente novia. La odio con todas mis fuerzas.
Javi Martínez – España
Tal vez no sea el jugador español más guapo, pero Javi Martínez es una de mis debilidades. Y no solo porque nos llamemos igual. Esa forma de la cara, esa nariz grande… Una belleza poco convencional. Una belleza imperfecta si queréis. Pero belleza al fin y al cabo. Lástima que desde que está en el Bayern de Múnich no lo veamos tan a menudo.
Tabla de contenidos
Ben Foster – Inglaterra
Ben Foster (el de la izquierda) es un portero inglés que juega en el West Bromwich Albion de la Premier League. Y qué queréis que os diga, ha conseguido parar mi corazón. Y vale, cierto es… Su amigo tampoco está nada mal.
Miralem Pjanić – Bosnia
La carita de jovenzuelo que no ha roto un plato en su vida de Miralem Pjanić, me hace imaginar que es experto en romper la vajilla. Se le ve así de modosito cocinando y claro, como para no lanzarse. Por si queréis tenerle fichado, que sepáis que anda por tierras italianas, jugando como centrocampista en el AS Roma.
Rui Patrício – Portugal
Portero en el Sporting Clube de Portugal de la LIGA Zon Sagres de Portugal. Es lo único que se puede decir de Rui Patrício que no se deduzca por la foto. Bueno sí, eso y que está T.R.E.M.E.N.D.O. Aunque sea una obviedad.
Pepe Reina – España
No es el más guapo, pero Pepe Reina siempre estará en mis pensamientos. El showman por excelencia de La Roja, el secundario en la portería roja y gualda, el futbolista calvo más sexy de todos los tiempos (sí, más que Zidane)… Ese es Pepe Reina. Esperemos que pueda lucirse en el próximo partido sustituyendo a Casillas.
Claudio Marchisio – Italia
¡Ahí llevas ojos! Lo del italiano Claudio Marchisio es de auténtico infarto. Juega de centrocampista y su actual equipo es la Juventus F. C. Y para nuestra desgracia, no tiene fotos sin camiseta en su Instagram.
Michael Essien – Ghana
Y para terminar, Michael Essien, que actualmente milita en el AC Milan. Para quien no lo sepa, hace unos años estuvo en el Real Madrid y, bueno, como no estoy en absoluto a favor del maltrato animal, no voy a maldecir a su perro por no dejarnos ver bien sus pectorales.
Bueno, ¿qué? ¿Te animas ahora a ver un rato el Mundial?
Imagen principal | Instagram de Giorgos Tzavelas
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Prefiero quedarme con las más de 150.000 personas que han tirado a la calle para hacer el put* mundial.
Totalmente de acuerdo, personas de todo tipo de condición sexual, viviendo en la puñetera calle o en el mejor de los casos, en casuchas con el suelo de tierra (por no tener ni para una capa de cemento). En resumen, hay 150.000 razones por las que perderse el puñetero mundial, aparte claro está, de las primas que se pagarían a los jugadores. Además, hay cosas mucho mejores que hacer que ver a multimillonarios corriendo como borregos detrás de un balón.