Este año era la fiesta grande. Durante años Madrid ha estado trabajando en una fiesta irrepetible en la que se vuelca toda la ciudad independientemente de su orientación sexual y género. Por eso el Orgullo de Madrid es especial y por eso la ciudad se merece un reconocimiento que pocas ciudades ostentan: haber sido sede de un WorldPride.
Hasta ahora sólo un pequeño número de ciudades han podido celebrar el WorldPride en sus calles. La primera fue Roma que lo celebró en sus calles en el año 2000, la siguió Jerusalén en 2006, en 2012 la sede fue Londres, Toronto en 2014 y Madrid en 2017. Todas ellas ciudades con una historia de lucha y movilización en contra de la discriminación que las diferencia de las demás.
La próxima ciudad en celebrar un WorldPride será Nueva York en 2019, cuando se cumplan 50 años de los disturbios de Stonewall. Se espera una fiesta grande y emotiva que conmemore el inicio de una lucha que nos ha llevado a poder disfrutar de derechos como el matrimonio o la adopción, pero también de poder hablar libremente de nuestras parejas en la vida pública sin miedo a ser discriminados o agredidos.
En Madrid se esperaba más gente que nunca y la hemos tenido. No sabría decir si han sido los 3 millones que se esperaban, pero si que puedo confirmar que había muchísima más gente que años anteriores, incluido el año que se celebró el EuroPride en Madrid.
Toda esta gente, incluida yo misma, hemos ido a Madrid para reivindicar nuestro derecho a ser diferentes. A vivir y amar de la forma que nos apetezca sin ser discriminados por ello. Cuando nos manifestamos defendemos nuestros derechos pero también los de aquellos que no pueden ir, los de los más vulnerables, e incluso de los que todavía no saben que van a ser discriminados.
Por eso, desde estas páginas no queda nada más que agradecer a toda aquella gente que se ha manifestado con nosotros, ya sea en Madrid o en cualquier otro lugar. Debemos erradicar definitivamente la discriminación en todo el mundo.
Y para acabar, también queremos agradecer el trabajo de todos esos voluntarios y profesionales que hicieron posible la celebración del WorldPride, sin ellos nada de esto seria posible.
Gracias.
Este año no lo he disfrutado tanto por el retraso y el vallado. Pero si disfruté de la manifestación en si. Espero que algún dia no haya nada que reivindicar y si mucho que celebrar.