Dándome un garbeo por Youtube, ese maravillosamente novelero escaparate de cualquier cosa que quieras encontrar, en un rato perdido, buscando vídeos de fútbol, pese a que a mí el fútbol me aburre soberanamente porque se convirtió en uno de mis traumas de mi época de mal estudiante (ya sabéis, fútbol en domingo, que yo sólo conseguía interpretar como el día previo al infame lunes), me topé con este vídeo pequeño, bobo, que en principo me hizo esbozar una sonrisa pese a los predecibles comentarios que le acompañaban, pero luego me llevó a una pequeña reflexión.
El vídeo en sí muestra los momentos más «lucidos», o una muestra de ellos, de un árbitro, intuyo de esos de Primera Regional o así, que a mí la terminología futbolera se me hace muy extraña, trotando por el verde del estadio como un cervatillo tras su primer polvo, disfrutando en todo caso de su trabajo como pocas veces he visto en un árbitro. Sea porque realmente es gay o porque en cada movimiento busca engrasar sus articulaciones o estirar los músculos hasta el extremo, el resultado es el que véis.
Mi reflexión a propósito de lo que veo tendrá más o menos chicha. Yo os lo cuento y vosotros me decís.
Se habla, con razón, de que la homosexualidad es tabú en el Estadio, en prácticamente todos los deportes, al menos aquellos de fervor canalla, aquellos en que los seguidores desde las gradas inspiran más miedo a veces de lo que construyen afición, supongo que porque cuando se va al estadio, o al pabellón a ver un grupo de tipos dos veces como tú de grandes saltando unos por encima de otros, la peña se libera como lo hago yo al volante, cagándome (con perdón) en las cenizas de todos los muertos de cada tipo o tipa que me sobrecarga el día.
Sin embargo, el árbitro, ese señor generalmente de negro, al que ocasionalmente le llueven botellas y con mucha más frecuencia, los peores deseos del respetable para su señora madre, en el fondo, en el fondo, nadie le «grita», porque te saca la tarjeta roja y pierdes prestigio y quedas castigado durante un par de recreos. Ese señor, si le place puede, no sólo ser gay, sino salir en la portada de Zero y presumir de ello.
Reflexión: ¿Por qué si eres la cara de la moneda, no puedes permitirte el lujo de decir sin censuras: soy gay/lesbiana, este/a es mi churri y lo/a llevaré del brazo por la alfombra roja; y si estás en la trastienda, puedes ser un genuino almohadón de plumas y llevar un chorbazo marcando culo de cada brazo?
Quiero decir: ¿Cuántas veces no hemos hablado aquí de actores, actrices, cantantes, de los que se rumorea constantemente sobre su presunta homosexualidad oculta y sin embargo hay cientos de productores, directores y escritores de éxito que no permiten traficar en absoluto con la especulación porque son ellos directamente los que ofrecen datos con luz taquígrafos y todas las zarandajas que hagan falta?
También quiero decir: ¿Por qué hay profesiones en las que ser gay es un grandísimo valor añadido (ejemplos: Dependientes de tienda de ropa de alto nivel (léase cualquier clon o advenediza imitación de Emporios Armanis), galerías de Arte, estudios exclusivos de diseño, asesorías de decoración, restaurantes de altísimo standing), y sin embargo si eres maestro, o jornalero, o estrella del fútbol, o dejas lo rosa bajo llave entre bolsitas de naftalina o eres el bufón de las sonrisas escondidas… y sin embargo sus jefes pueden hacer deshacer y organizar y desorganizar sus vidas cómo naturalmente les plazca sin pasar por detrás de veladas cortinillas? ¿Por qué puede la cruz y no la cara?
Sé que esta no es para nada una reflexión rompedora, pero fue lo primero que el señor del vídeo me inspiró, y no está mal, a veces, volver a meter el dedo en la misma llaga.
Esto es por los típicos estereotipos.
Un gay puede estar en una peluqueria, en una tienda de moda o en cualquiera de los trabajos que tu has dicho, que si te das cuenta, para todos hay que tener buen gusto, que te guste el arte o la cocina y todo eso tipico de un gay.
En cambio, como una nenaza va a hacer el trabajo que solo un macho puede hacer en un campo de fútbol. Seria insultante para los aficionados. Ellos, tan viriles y tan heteros, compartiendo su afición con un gay¿?
Cuando mis padres salen de viaje, me ponen una cocinera, porque yo NO se cocinar. Una vez lo intenté y le jodí a mi madre la Thermomix, y a día de hoy, todavía no me ha perdonado.
Mis amigo heteros, dicen que visto de pena, que no se conjugar colores. Dicen que así no voy a encontrara ninguna mujer (que pena) y que casi voy mejor desnudo.
Si a eso le sumamos que soy un desastre… Casi no se puede entrar en mi cuarto, porque una pila de libros obstruye la entrada, y tengo que hacer los deberes en la cama, porque no tengo espacio en mi escritorio.
En fin, soy todo lo contrario al estereotipo de gay ¿Y por eso no puedo ser gay?
No creo que mi profesión o mi forma de comportarme tenga relación alguna con mi sexualidad, y si la hay, decidme donde.
Un saludo
¡Uy! Mirad lo que me he encontrado por Internet:
http://www.portalmix.com/webs
/erosports/momentos/fotosv6140.shtml
Deporte de machos y viriles ¿no Carlos? ¡Hihihi!
Pda: Luego lo juntáis en la barra de dirección. A ver si alguien me enseña a poner links, que no sé 🙁
jejejeje, que majete el arbitro!!
Salta como cual floreciglia del campo!! XD
Yo la verdad es que nunca me he esforzado por ocultar nada. En mi trabajo no se si lo saben o no(informatica bancaria) y la verdad es que me importa bastante poco. Eso si, no les voa a dar que hablar tampoco…
¡Olé por la espalda del árbitro y cómo la arquea!.
Yo imagino que poco a poco irán desapareciendo los esterotipos a la vez que se gana aceptación.
XeLa, tu habitación y tus hábitos me recuerdan a los míos hace años. Estamos bien nosotros pa tomar ejemplo 😉
Ciber y SuperSonia. La verdad es que el tipo es un show. Yo creo que no sólo disfruta cojonudamente de su trabajo, sino que es un reclamo para cada partidillo que arbitra!
¿Como que hace años? ¿Me has abandonado? XD
Que no cunda el pánico, que se pasar la aspiradora 😉
Por cierto, no sabía que la expresíon pa’ se utilizara en Canarias. Yo (de Málaga) la suelo usar mucho, pero apenas la escribo.
Un beso Dan
Buenas, quiero añadir algunas cosas sobre este árbitro. Su nombre es Clésio Moreira dos Santos, es brasileño y conocido en mi pais como «MARGARIDA», ell no es GAY «siempre defiende su lado masculino», casado, padre de 3 hijos ha encontrado una forma de gañar la fama y se destacar como árbitro… un verdadero showman.
Jéssica Alcantara
Gracias por la aclaración Jessica. Va a ser entonces como el peluquero de mi mamá, casado y con dos niñas y cubierto de pluma.
Ahora soy más recogido, XeLa… porque tengo quien me eche una mano!!… En el fondo sigo siendo un puto desastre.
Un besito, peke.
He dado a parar aquí por casualidad, y me he preguntado al leer los comentarios del final si es que no es posible que un hombre sea todo lo poco masculino que quiera, incluso femenino, hasta «afeminado» si se quiere decir así, y seguir siendo heterosexual. ¿Es que la heterosexualidad siempre ha de ser machorra y masculinísima?. Me parece un prejuicio tontísimo.
Dan, más te vale que sea una asistenta ¬¬ ¡Hehehe!
Por cierto, el beso, lo cojo y lo devuelvo 😛
Pda: Mido 1.77 ¿Sigues creyendo que soy peke?
Carola, estoy contigo, pero la sociedad es así.
Pues eres más peke que yo, que soy 1’85 😀
¡Uy!, que me he confundido. Mido 1,87 y según mi médico tengo que crecer cuatro centímetros más. Creerá que los notaré.
Lo que tiene escribir en la oscuridad 😀
Pero bueno, te dejo que me sigas llamando peke, aunque solo sea por la edad 😉