En el mundo del pop se han vivido muchos efectos boomerang: gente que tiene una salida fulgurante, pega un petardazo, se convierten en un icono casi casi cotidiano y al poco acaban cansando al público, que les acaba repudiando. Las Spice Girls son quizá uno de los ejemplos más claros de este efecto de volverse algo en tu contra.
¿Y si nos está pasando esto? ¿Y si ha habido tal boomerang gay, tanto avance, tanta normalización, que haya gente no dispuesta a vivir esta normalización que decide acabar con nosotros? Pasó antes de que Hitler subiera al poder, no lo olvidemos. Había grandes avances sociales con respecto a la sexualidad e incluso al tercer sexo y ZAS, en toda la boca.
Rusia parece estar muy lejos, allá casi en el Polo Norte, pero las ideas de algunos rusos no están tan lejos. Se están viviendo ataques homófobos en Nueva York. Hemos vivido ataques homófobos en París. ¿Quién te dice que no vayan a vivirse ataques homófobos en España?
Quizá no esté tan lejos el día en el que dejen de vender ciertos libros, series o películas de temático gay en grandes superficies como el Corte Inglés. O quizá llegue el día en el que nuestros dirigentes políticos, que tanto están respetando a sus votantes, decidan que se acabo tanta modernidad de ser gay y lesbiana y comiencen a cortarnos las pocas libertades que nos han dado otros gobernantes.
Porque ahora dicen que Madrid tiene papeletas para ser ciudad olímpica, porque es muy gayfriendly, pero ¿acaso el COI ha hecho algo en Rusia, que es país antigay? ¿Acaso doña Ana es gayfriendly? ¿O don Mariano? No nos confiemos. Sólo nos usan cuando les interesa la propaganda.
¿Qué pasará si finalmente Madrid acoge unas olimpiadas? ¿Y si, una vez logrado el objetivo, dejan de ser tan gayfriendly? Empiezan a cerrar más bares, dejar de dar las pocas ayudas que dan, ponen más problemas aún para el Orgullo Gay…
Rusia no está tan lejos. Nuestra forma de vivir la sexualidad no está tan aceptada como pensamos. Yo, personalmente, tengo mucho miedo, no sólo de Rusia, sino del hecho de que ningún país colindante, ni socialmente abierto le haya parado los pies a Rusia, le hayan dado una colleja a Putin ni haya puesto un auténtico grito en el cielo ante las atrocidades que tenemos que ver desde la comodidad de nuestros hogares.
En Ambiente G | Así pretendían los nazis eliminar la homosexualidad…
Por desgracia, homofobia hay en todas partes,solo que en algunos lugares combiene recalcarlo más por motivos ideológicos. Otra cosa es que por suerte, aquí no esta institucionalizada. Pero eso no quita que se produzcan agresiones homofobas.
La homofobia es real y tangible.
Vivo en Barcelona, que es una de las ciudades más abiertas que conozco y aun así he sufrido violencia verbal homófoba y, en parte por mi trabajo, he fotografiado agresiones físicas donde la única «provocación» de la víctima era haberse cambiado de sexo, ser amanerado o ser mujer.
PD: Queria postear las fotos, pero no me lo permite por tener poco «karma».
Es que yo creo que la normalización no ha llegado, ha llegado cierta aceptación pero nada más. Y con los dirigentes que ahora tenemos, estamos ahí ahí. Y ya no es solo el rechazo lo que asusta, sino esa permisividad hacia la violencia.
Muy distinto es la legalidad de la normalización. Y si bien de cara a la galería todo el mundo es «mazo progre» y gayfriendly luego se les escucha utilizar palabras como «maricón» de modos evidentemente despectivos, pero es que lo hacen sin querer. Hipocresía…
En efecto, la normalización no llegará hasta que dos hombres o dos mujeres puedan pasear dados de la mano por la calle y nadie se pare a mirar. Hasta entonces, hay que seguir luchando y recorriendo el camino.
Me gustaría decir que todo lo que pase hasta llegar a la meta es progreso, pero abriendo un poco los ojos me temo que no es así.
El problema de todo esto es la institucionalización del heteropatriarcado en los siglos que precedieron a la Edad Contemporánea. El heteropatriarcado es una realidad hoy en día. Es un sistema político, económico, social y cultural donde se excluye a todos los individuos de la sociedad que no recojan los siguientes rasgos: ser hombre, heterosexual, blanco y católico. Este sistema se empezó a gestar durante la Edad Media y la Edad Moderna con la extensión del catolicismo a países como Asia, África o América, y finalmente se sistematizó con la creación del capitalismo durante la era industrial en Gran Bretaña. O si no, fijémonos en los códigos que se empezaron a redactar tras la Revolución Francesa, como en el Código Napoleónico, donde se mantienen como pilares indiscutibles de la sociedad la familia y el dinero.
Sin embargo, cuando comenzó el siglo XX muchas personas que no estaban de acuerdo con regresar a los cánones de sociedad victorianos agobiantes y anacrónicos, decidieron llevar a cabo por su propia voluntad varias revoluciones pequeñas e independientes (sufragismo por un lado, reivindicaciones LGBT en la Alemania de Weimar…) que terminaron cuajando en los años 60 y 70 con la gran era del postmaterialismo, donde las ideologías feministas, teorías queer y LGBT, movimientos por los derechos civiles de los afroamericanos estallaron con gran sonido y verdadero éxito. Muchas de estas teorías pretendían y pretenden destruir el sistema del heteropatriarcado que ya huele a naftalina y está en plena decadencia para crear otro nuevo, renovado y cercano a la socialdemocracia. Los problemas: la chispa de las reivindicaciones de los 60 y 70 parece que se está apagando (ahora somos más permisivos con nuestros políticos) y estos movimientos son muy jóvenes, por lo que es normal que se tarde todavía en llegar a esa utopía en la que no exista ni machismo ni homofobia.
El motivo por el que no se ataca a Rusia ni al COI es solo economico. Ese hecho hace que el «tema gay» quede por debajo, lo cual es normal, pero no significa que se camine hacia atras. Rusia ha perdido su liderazgo en el mundo, pero sigue siendo un aliado en el mundo por controlar cosas como el paso del artico, petroleo o su conexion con Asia. Los juegos olimpicos es simbolo de la unidad en el mundo, por eso no quiere saber nada con temas politicos y ni tampoco de temas sobre homosexualidad pues es un tema que no está tan aceptado en la mayoria del mundo, es normal que se quieran mostrar «neutrales».
Lo peor que se puede hacer es tener miedo. Hay que seguir con nuestro trabajo y mostrar normalidad, apoyar eventos y alzar la voz. No se puede negar la naturaleza humana, sobre todo ahora que la religion esta cayendo.