¡El ambiente en Brasil está calentito calentito! Con miles de personas manifestándose en las calles desde hace días por la subida del transporte público, con una presidenta, Dilma Rousseff, que cuenta cada día con menos apoyo, y con un descontento generalizado, los gays brasileños han decidido sumarse a las protestas para mostrar su malestar con el proyecto aprobado en el Senado que permite curar a los gays.
Así, aprovechando que medio planeta tiene el ojo puesto en el gigante sudamericano con motivo de la celebración de la Copa Confederaciones, los homosexuales brasileños han querido mostrar su indignación con el proyecto impulsado por el senador Marco Feliciano, aunque también quieren dejar bien claro que su protesta no es sólo contra la «cura de la homosexualidad», sino que lo que quieren es una «cura» de la corrupción, de la educación, de la salud….
Si recordáis, hace unos días, la Comisión de Derechos Humanos del Senado brasileño, compuesto en su mayoría por diputados de partidos evangélicos, aprobó un escandaloso proyecto para intentar autorizar que los gays podamos ser tratados con el fin de ser «curados».
Un proyecto que ha sorprendido a propios y a extraños y que esperemos que por el bien de Brasil no sea aprobado definitivamente en el país. Sin duda, sería un gran paso atrás que una institución democrática aprobase una medida así.
Vía I Euronews
Más información I Una comisión del Parlamento brasileño aprueba una terapia para curar a los gays
No podría ser de otra forma. Aún hay muchos países donde persiste una fuerte influencia religiosa. Evangélicos, protestantes, católicos, ortodoxos, musulmanes, judíos… Bueno. Como ya he dicho en otros comentarios, la religión no es discriminadora. Los intérpretes de la religión, que se creen con derecho a difundir la homofobia por el mundo(y tergiversar la verdad), están muy equivocados. Triste verdad que vayan tan de «defendemos los DDHH» y después discriminen a personas como son el colectivo LGBT, cada vez con mayor visibilidad, y cada vez con mayores derechos. Nuestra conciencia debe recordarnos que ya se han conseguido muchas cosas, pero no nos debemos relajar. Ahora es cuando debemos luchar aún más para establecer permanentemente nuestros derechos en las mentes de la población mundial. Luchemos por ello, pero no un solo día, una sola semana… Luchemos siempre
Espero que Brasil no se convierta en el «nuevo Ecuador» de las terapias reparativas
¡Seguid luchando, chicos!