La eutanasia es legal en Bélgica desde 2002 y cada año son más los ciudadanos belgas que piden que el estado acabe con sus vidas por diferentes razones. En el 2012 se dieron 1432 casos de eutanasia, un 25% más que el año anterior, llegando a representar una de cada 50 muertes.
Uno de los recién eutanasiados es Nathan Verhelst, un hombre de 44 años nacido bajo el nombre de Nancy. En 2009 empezó la terapia hormonal para la reasignación de sexo, a la que siguió una mastectomía y una cirugía para construirle un pene en 2012. Nada funcionó como Nathan esperaba.
Nathan se sentía como un monstruo según contó en un periódico:
Estaba preparado para celebrar mi nuevo nacimiento, pero cuando me miraba al espejo me daba asco. Mis pechos no estaban a la altura de lo esperado y mi nuevo pene daba síntomas de rechazo. No quiero ser… un monstruo.
El pasado lunes el estado aceptó su petición bajo la premisa de “sufrimiento psicológico insoportable”, primero por ser un hombre en un cuerpo de mujer y segundo por sentirse un monstruo.
Pero este no era el único problema de Nathan. Cuando nació fue una niña no deseada, a diferencia de sus hermanos, e incluso después de su muerte, su propia madre ha declarado:
Para mi este capítulo está cerrado. Su muerte no me preocupa. No siento pena, ni dudas ni remordimientos. Nunca tuvimos vínculos.
Nathan ya está muerto, seguramente con una inyección letal.
Nathan es el primer transexual que decide pedir la eutanasia después de un cambio de sexo en Bélgica.
Esta muerte se suma al debate que se está viviendo en estos momento en Bélgica sobre la eutanasia, ya que el parlamento está discutiendo la posibilidad de que los menores de edad también puedan dar su consentimiento para morir.
Actualmente la eutanasia es legal en tres países europeos: Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
La historia de Nathan es difícil y hace que te plantees muchas cuestiones que no tienen una solución sencilla.
Es por esto por lo que es necesaria una evaluación psicológica antes de dar el gran paso (y más si hablamos de menores).
Por muchas ganas que tenga de cambiar de sexo hay que ser precavidos, las operaciones de cambio de sexo son prácticamente irreversibles y sus consecuencias pueden ser chocantes (una persona sufre si el sexo de su cuerpo no se corresponde con el de su mente, también si caracteristicas de su cuerpo le son muy extrañas)
no estaba angustiado por no reconocer su cuerpo, sino por los malos resultados de las operaciones,
estoy muy a favor de los acompañamientos psicológicos pero cuidado con dejar en manos de los médicos decisiones tan importantes sobre nuestros cuerpos.
me preocupa la carta verde que parecen conceder con la eutanasia,
pero lo que da miedo de verdad, es «esa madre».
Que historia tan terrible
Esto pasa cuando no tenemos en este mundo alguien especial que nos acepte tal y como somos. Mucho más si en lugar de amor tenemos desprecio de nuestros padres.
Se me hace casi imposible de creer que una madre diga eso de su propio hijo.
Lamentablemente a todo ser humano le llega un limite al poder tolerar la angustia que genera el rechazo, mas difcil aun cuando es desde el interior. La muerte por elección es un camino tan respetable como el más para todo ser humano y solo quien pasa ese proceso sabe sus razones
Que pena me da esta historia, pero a la vez que terror me da leer las palabras de su madre y, bueno, que la eutanasia sea tan accesible (es lo que pienso después de leer la nota).