Siempre se había escogido como persona del año en cualquier área a alguien relevante y The Advocate seguía ese mismo camino escogiendo siempre a algún famoso o activista cuyo trabajo durante el último año se había dejado notar. Pero esta vez, The Advocate, que recordemos que es una de las revistas gays más importantes, ha escogido como persona del año a Vladimir Putin pero por las razones opuestas.
Las políticas de Vladimir Putin en Rusia lo han convertido en una de las mayores amenazas para las personas LGBT en occidente. Los homosexuales en rusia son perseguidos con el beneplácito del gobierno y poco podemos hacer desde aquí más allá de denunciar los abusos.
Esta vez la persona del año no es alguien que nos ha hecho avanzar como comunidad aportando su lucha y visibilidad, sino todo lo contrario, alguien que ha acaparado los titulares por su homofobia y represión hacia las personas LGBT y para representar el desagrado y el estilo de sus políticas le ha puesto un bigote al estilo de Adolf Hitler.
Es un cambio de concepto que no todo el mundo ha recibido con agrado ¿Vosotros que pensáis? ¿Está bien sacarle los colores a Vladimir Putin o hubiera sido mejor escoger a alguien que esté dando un ejemplo positivo?
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