Se acaban de celebrar elecciones en Estados Unidos. Unas que no se presentaban precisamente cómodas para la Administración del Presidente Barack Obama. La larga espera en la recuperación del empleo, sobre todo en determinados estados del país, habían elevado una ola de protesta en forma de movimiento populista, el ‘Tea Party’, sin objetivos realmente claros, pero aglutinador de las frustraciones de un cierto sector de la población norteamerica, no demasiado ilustrada pero con ganas de que algo o alguien los representara.
Al final, al mucho ruido de los ‘teteros’ les han acompañado pocas nueces. Dos senadores y dos congresistas distan, a Dios gracias, de ser una victoria grande del profascista movimiento. Sin embargo, como era de esperar, de las dos Cámaras del Capitolio de Washington DC, los Republicanos han logrado el control del Congreso, mientras que el Partido del Presidente, el Demócrata, seguirá con mayoría en el Senado. Para los que buscaban en esta derrota a medias el final precipitado de la era Obama, decir que salvo en dos ocasiones, durante la primera legislatura de Franklin Delano Roosevelt y la primera de George W. Bush, los presidentes no consiguieron convencer a los ciudadanos en sólo dos años, perdiendo sus respectivos partidos la mayoría de las Cámaras durante sus presidencias.
Sin embargo, los Republicanos no han visto ni de lejos una victoria aplastante en todo el país. California les ha dado un bofetón con la mano abierta al partido de los Bush, Reagan y Sarah Palin, haciendo ganar con holgura el Gobierno del Estado al veteranísimo Jerry Brown, explícito defensor de los derechos civiles de los gays en el Estado, que sucederá a Arnold Schwarzenegger, acompañado de un aliado aún más progayer si cabe, el hasta ahora Alcalde de San Francisco, Gavin Newsom.
El primero como Gobernador y el segundo como Vicegobernador o según terminología USA, Lietunant Governor han puesto fin a ocho años de irregular gobierno republicano comandado por el ex actor austríaco.
Jerry Brown, a sus 72 años, se convierte en el hombre de mayor edad en gobernar el Estado de California y el único que lo hace por tercera vez, ya que fue elegido dos veces antes, en 1974 y 1978 convirtiéndose entonces, curiosamente, en el hombre más joven en alcanzar semejante responsabilidad.
Brown ha ganado frente a la candidatura de Meg Whitman, ex ejecutiva de varias grandes corporaciones californianas y considerada hace unos años como una de las mujeres más poderosas de Estados Unidos. La fortuna de Whitman es incalculable, y de su propio bolsillo salieron más de 150 millones de dólares para una campaña en la que se enfrentó a un Brown mucho más humilde. Apenas 1 millón de dólares salieron del bolsillo del ahora ganador, más aportaciones, obviamente, de manos privados. No obstante, ayudó y mucho la presencia de la más icónica voz viva del Partido Demócrata, el carismático ex-presidente Bill Clinton que estuvo a su lado gran parte de la campaña.
Gavin Newsom, por su parte, que en su día comenzó a hacer campaña para el mismo puesto, renunció poco más tarde en favor del veterano Brown para evitar confrontamientos que sólo habrían resultado dañinos para su partido.
Sobre la gestión de Newsom frente al Ayuntamiento de San Francisco, poco más os vamos a contar. El fue el primer promotor del matrimonio gay, desafiando la autoridad de Sacramento, fue el primer opositor activo a la Proposición 8 y como Alcalde de San Francisco fue uno de los denunciantes, frente a la Corte Suprema de California, para que dicha Proposición fuera anulada, cosa que sucedió, aunque ahora la sentencia esté en proceso de apelación. Brown, por su parte, como Fiscal General del Estado, se unió también a Newsom en dicha demanda y se mostró en todo momento contrario a la inclusión, primero, de la Proposición 8 en la balota electoral y más tarde abogó por la anulación de la misma.
¿Cómo afecta esto a los Gays de California? Por lo pronto, y según lo visto hasta el momento, el Gobernador ha respetado tradicionalmente las decisiones resueltas en las urnas y los tribunales, pero el Gobernador también tiene derecho a veto, y este podría hacerlo si las cosas continuasen poniéndose cuesta arriba para los derechos de la Comunidad LGBT en el Estado Dorado y contar con dos voces pro-gays como cabezas del Gobierno es mucho más que un horizonte prometedor.
Para algunos sin embargo, este éxito californiano que veremos en qué acciones concretas se convierte, podría dejarles indiferentes si además a lo largo y ancho del país, no hubiese sucedido lo que sucedió anoche, cuando al menos 106 de los 164 candidatos abiertamente gays que se presentaban a las elecciones, incluyendo alcaldes y congresistas, resultaron ganadores en las urnas.
Como siempre, en un país tan indefinible como es este, unas elecciones que a ojos de unos han supuesto una victoria de lo más rancio frente a un cambio que no acabó de producirse, se ha elevado otra formación que hará quizás mucho más por nosotros que una administración muy prometedora pero de momento ridículamente cumplidora. Que nuestra visibilidad política como colectivo haya crecido más que nunca para colocarnos en el alto lugar donde podríamos permanecer para siempre.
Bueno, menos mal que los demócratas han tenido alguna alegría estas elecciones, pero aún así y lamentablemente, la derrota es evidente y aplastante. Derrota sobretodo para las minorias y los ciudadanos más débiles o desfavorecidos, como los inmigrantes.
Esperemos que aquí no pase lo mismo, que seamos un poco más inteligentes que los yanquis y el sector radical y ultraderechista deje de aprovecharse de las desgracias compartidas.
Por cierto, buen resumen!
El sector radical y ultraderechista nos eliminaría de un plumazo (qué frase más poco apropiada!) si pudiera, lo bueno es que probablemente dentro de ese propio sector haya una parte de gente gay que esperemos que temple gaitas. En cuanto al post, en tu línea, Dan, «dan» ganas de contratarte para la sección de internacional de algún periódico de tirada nacional… XD
Lo único bueno de todo esto es que el Tea party al menos no ha tenido demasiado triunfo, que la verdad es que temía que fuera a ser un éxito (teniendo en cuenta de quien hablamos). Sólo espero que este toque de alerta le haga ponerse las pilas a Obama, y empiece a cumplir con sus promesas electorales, pues todos los indecisos que votaron en 2008 le pueden volver a hacer ganar en 2012.
Parece que California va avanzando, pero mira que son lentos.
Lieutenant, que viene a significar teniente: Sería como un Teniente de Gobernador, al igual que al segundo en los ayuntamientos se les llama teniente de alcalde.
la verdad es que me he quedado de piedra con algunas frases y declaraciones de algunos politicos y referentes del tea party como los llaman parecen salidos de la edad de piedra ..dan miedo realmente