Pegamos un salto histórico, que no histérico, y nos vamos desde la Grecia clásica donde hemos conocido gays ilustres como Safo, Aquiles o Ganimedes y nos plantamos en la Roma antigua. En este periodo histórico tenemos varios ejemplos y los iremos viendo semana a semana pero me parece correcto que antes nos pongamos en situación y hablemos de la homosexualidad en la Roma antigua, en general, para entender lo que vendrá en las próximas semanas.
Si buscamos entre las obras literarias y comentarios que nos hablen sobre la sexualidad de muchos de los personajes de renombre de este periodo histórico encontramos numerosas referencias, incluso de emperadores. Aunque también es cierto que en el tema artístico, encontramos muchas menos pruebas gráficas.
La actitud hacia la homosexualidad fue cambiando según el momento y el contexto y tenemos épocas de gran aceptación y otras de fuerte condena. Aún así, en algunas provincias fue considerado un práctica habitual y aceptada en todo momento.
En la época de la República este tipo de relaciones entre hombres libres estaban penadas incluso con la muerte, cumpliéndose así la llamada ley Scantinia. Esta ley no se conoce en profundidad pero si que es mencionada varias veces por los legisladores de la época y al parecer castigaba la pederastia, así como la homosexualidad. Sin embargo también sabemos que no hacía mención alguna al uso sexual que se hiciera de los esclavos, siempre y cuando el hombre libre fuese el miembro activo.
Pero el tiempo pasa y las costumbres griegas se fueron aceptando poco a poco por la sociedad romana entre el final de la república y el principio del imperio. Pero como siempre los romanos interpretaron la costumbre clásica a su manera las interacciones derivaron más hacía amo/esclavo y así eso se consideraba legítimo. Por lo tanto, era aceptable que un ciudadano romano adulto penetrara a su esclavo, ya fuera hombre o mujer, pero no estaba bien visto que fuera él el penetrado. Aún así, eso no significaba que la homosexualidad estuviese bien vista fuera del ámbito doméstico y así, el término catamita, joven sirviente sexual pasivo, era usado para insultar o ridiculizar a alguien.
Llegado el Imperio, se generalizan los matrimonios entre hombres sin problemas y es que el matrimonio en la Roma imperial era considerado un contrato privado. El emperador Nerón fue el primer emperador romano que se casó con otro hombre, un joven eunuco de palacio llamado Esporo. Por supuesto cabe destacar la especial relación entre Adriano y Antinoo. De hecho, de los 12 primeros emperadores solo Claudio no tuvo ningún amante masculino y ese hecho incluso llegó a ser criticado por el escritor Suetonio en su obra Las vidas de los doce Cesares.
Existen numerosos ejemplos de literatura lírica de Cátulo, Horacio, Virgilio u Ovidio, ensalzando el amor y las relaciones homoeróticas más allá del mero placer sexual y de la relación amo-esclavo. Conocido es el pasaje de Marcial en el que menciona que es descubierto por su esposa «dentro de un chico», ella le recrimina con desprecio diciéndole que no le podría dar lo mismo que ella. Él replica con una lista de personajes mitológicos que, a pesar de estar casados, tienen un joven amante masculino y termina diciendo que la diferencia con una mujer es solo que ella tiene dos «vaginas».
El travestismo también se hace patente en el periodo imperial y así el joven emperador Heliogábalo escandalizó a sus contemporáneos casándose públicamente dos veces vestido de mujer. Son múltiples las anécdotas sobre su comportamiento lascivo, y los soldados de su guardia personal eran conocidos como los rabos de burro por ser reclutados en las termas entre los mejor dotados. El también emperador del siglo III Filipo el Árabe, a pesar de que se cree que fue el primer emperador cristiano, fue conocido por su afición a los muchachos.
Con la llegada del cristianismo todo este tipo de ‘comportamientos’ comienzan a ser considerados tabús y así permaneció hasta nuestros días.
Imágenes | Copa Warren (Colección particular), Busto de Adriano (Museos Capitolinos)
En Ambiente G | Ganimedes
¡Muy buen artículo, gracias! La verdad es que es una parte que no se menciona cuando se hablar de la «liberalidad» de la cultura clásica, pero el rol pasivo siempre fue condenado o estuvo mal visto por relacionárselo con la feminidad, incluso entre los griegos. El amor entre hombres era ensalzado como algo casi virtuoso, pero para la procreación estaban las mujeres.
Buena introduccion para conocer un poco de historia y amplia conceptos sobre la homosexualidad
El amor de Adriano y Antinoo es uno de los más hermosos de la historia erótica. Vale la pena conocerlo a fondo.
Como siempre, una dceliia descubrir estas personas que ayudaron a escribir la Historia y nuestras historias. Ellos son los precursores del mundo que nos ha tocado vivir, el final de su vida fue muy triste, por eso hay que seguir luchando para que la Tolerancia sea el me1s preciado de los valores sociales.
que mierda el Cristianismo, todo para so propio beneficio y manipupacion del populacho….pero tambien terminara , ya va llegando su momento.
El Cristianismo nunca terminará y no es ninguna mierda. Te crees mejor que el populacho, al que calificas con ese despectivo, y añoras las culturas griega y romana, que practicaban la pederastia y sometían a otros pueblos y culturas a la esclavitud, a la tortura y adoraban a Júpiter, a Marte. Eres muy inteligente, puedes seguir esperando tranquilamente el fin del cristianismo, la pena que no sé quién eres para poner a mis hijos a buen recaudo.
jajajjaa pon a tus hijos lejops de los curas cristianos católicos jajaja que son los depredadores , jaja el cristianismo fue el atraso del mundo , no vive ni deja vivir con sus leyes inventadas y su dios imaginario , flanders , no ves que dios no existe!!!
No sólo Dios querido, parece que la naturaleza tampoco está de vuestra parte; la mayor tasa de trasmisión de enfermedades sexuales es por el orificio que usan para el placer ya que su función es desechar y no otra, además los héterosexuales pueden tener el absoluto placer de hacer de todo por donde Dios manda sin riesgo, excepto los descuidados o contagiados por terceros.