El 16 de Mayo de 2007, a las 3:45 de la mañana en Greenville County, Carolina del Sur, Sean Kennedy, de 20 años, al que véis en la foto, salía de un bar local, cuando un coche se paró frente a él, un joven se bajó del mismo llamándole maricón y le dió un puñetazo tan fuerte que le rompió los huesos de la cara. Sean perdió la consciencia y cayó, golpeándose la cabeza contra el asfalto. Como resultado de la caída, su cerebro se separó del tallo craneal, rebotando dentro. Murió poco después como resultado de la brutal agresión. Al rato, su asesino, Stephen Andrew Moller, de 18 años, envió un mensaje por móvil a una de las amigas de Sean: ‘Dile al maricón de tu amigo que cuando se levante debe darme 500 dólares por haberme roto la mano.’
En palabras de su madre. Elke Kennedy, cuando Sean le confesó a su madre que era gay, le dijo: ‘Mamá, si no quieres amarme nunca más, lo entenderé.’ Ella le contestó: ‘No hay nada que pueda jamás hacer que deje de amarte.’
Sean Kennedy no juzgaba a nadie, sino muy al contrario fue una constante fuente de auxilio. Sus personalidad y su tragedia, tuvieron un tremendo impacto. Su carácter compasivo, su hermosa sonrisa, han sembrado, según Elke, los corazones de miles.
Stephen Andrew Moller, el asesino, fue condenado, con beneficios añadidos, a 10 meses de cárcel.
Hoy, en el hall del Teatro Castro, a donde fui a ver por segunda vez ‘Milk’, y mientras esperaba a que un amigo saliera del baño, no pude más que centrar mi atención en un stand llamado ‘Gay American Heroes Foundation.’ En él, aparte de cuantiosa información impresa, las caras felices y llenas de vida de jóvenes, incluso algún que otro niño, que han sido asesinados en los últimos años por una sola razón: ser homosexuales.
Entre ellas, algunas conocidas como esta ahora de Sean o Matthew Shepard, entre otros ángeles con caras limpias, que se fueron antes de tiempo, y cuyo mayor mérito fue quizás su propo martirio, ya que con ello nos cargan de Obligación de luchar a todos nosotros.
‘Gay American Heroes Foundation’ es una organización sin ánimo lucro, que te pone en contacto con las familias de cada uno de nuestros héroes a cambio de una pequeña donación. Su propósito, la lucha constante contra un mundo injusto, o contra un país injusto, en este caso, porque así como hay Estados que tienen leyes extremadamente severas, con respecto a la discriminación y crímenes por motivos homófobos, en Carolina del Sur, por ejemplo dan de cebar a Stephen Andrew Moller 10 meses en la cárcel… por esa maldad menor.
Claro que siempre habrán muchos que argumentarán que qué ostia, ¿no somos acaso material de desecho? El Vaticano acaba de recordárnoslo una vez más hace unas horas, por si nos cabía la menor duda. Con esos ‘modales’, ¿quién cambiará la conciencia de tantos?. No quiero ver ni a uno de brazos cruzados.
Triste noticia para empezar el dia, espero que la cosa vaya mejorando.
Muchos dirán q no fue su culpa, q el no quería matarle, q fue una coincidencia…
Mi madre a eso le llama CONSECUENCIAS de una acción, si no lo hubiera hecho el no habría muerto, y como asesino debería de ser condenado, 10 meses me parece irrisorio, porque según yo la discriminación sexual debería de ser un agravante, no tenia ningún motivo.
Como dice sonia, muy triste…
10 meses en prisión son en sí mismo un delito. Matar a Sean tuvo el mismo valor en ese estado como romper un escaparate y robar un sofá en otros. No sólo una vida se fue a tomar por culo por la chulería de un niñato con ganas de acabar la noche jodiéndole para siempre la vida a muchos. Es que el ser gay, a esa ‘maza’ conservadora, le vino casi como excusa para sentenciar ridiculamente al asesino.
Pero como digo, aparte de Sean, habían muchos otros. Se me partió el alma cuando ví fotos de niños. El odio y la violencia forman parte de la naturaleza del ser humano, desgraciadamente, pero no estaría mal que frente a esa violencia, la justicia fuera severa hasta los límites posibles. Es más, debemos exigir que lo sea. pero a veces da la sensación que la justicia beneficia más a los delincuentes que a sus víctimas, o no estáis de acuerdo?
omg!
Sólo 10 meses!
necesitaban mas evidencia! Acaso el mensaje en el sms no es suficiente!
Un ataque homofóbico que acaba con una vida inocente, y en general cualquier delito intencionado que busque perjudicar el/la bienestar/vida de los demás, NO debe quedar en la impunidad!
que sigue? reducir la setencia a un par de semanas de trabajo social por «buen comportamiento»?!
Que ira la que tengo! dejan muy claro el turbio sentido de justicia que prevalece en algunas sociedades cuando se trata de nuestro colectivo 🙁
Me he quedado sin palabras…. una injusticia tras otra… y lo del mensaje me pone los pelos de punta. Y lo peor es que con 10 meses de cárcel no habrá tenido tiempo suficiente para darse cuenta de lo que hizo.
No: no hay que quedarse de brazos cruzados.