En abril os contábamos que la homofobia crecía en el Reino Unido, y ahora una encuesta sobre sexo que realizaron para el periódico «Sunday´s Observer» desvela datos aterradores para el colectivo LGTB, que vienen corroborar esta realidad.
Son datos que no nos sorprenderían si vinieran de países del tercer mundo o en vías de desarrollo; pero que resultan alarmantes cuando vienen de uno de los países industrializados más poderosos, como es el Reino Unido.
Estos son los datos: el 56% de la población británica se opone a la adopción por parte de parejas homosexuales; lo que ha sorprendido sobremanera a la «Asociación británica de adopciones», cuyo portavoz ha declarado que «la capacidad para educar no tiene nada que ver con la orientación sexual. Es legal que las parejas homosexuales adopten y creemos que es lo justo».
Pero esto no es todo amigos, el 45% de los británicos está en contra del matrimonio gay y el 40% cree que la edad de consentimiento, aquella en la que los jóvenes pueden mantener relaciones sexuales libremente, debería ser superior en el caso de los homosexuales.
Sin embargo el dato más impactante de la encuesta es que el 24% de los Británicos cree que la homosexualidad debería ilegalizarse. En pleno siglo XXI y 24 de cada 100 Británicos quieren que nos metan en la cárcel, a lo Oscar Wilde.
Esto no sólo demuestra que la lucha debe continuar, sino que aun ni siquiera ha empezado. Como dato esperanzador podemos decir que sólo el 13% ha confesado haber tenido algún tipo de experiencia homosexual, lo que sin duda demostraría que la muestra entrevistada está llena de mentirosos, además de homófobos e ignorantes.
Vía | Pink Paper
Que decepción. Se supone que Reino Unido es de los países más liberales en ese tema. De todas formas imagino que dependerá mucho de la zona de la entrevista. Supongo que en pueblecitos o en Escocia, por ejemplo, que tiene más pinta de conservadora hayan votado de forma que ese procentaje suba escandalosamente. Me extraña que en Londres exista ese pensamiento. Pero aun asi, me quedo asustado con lo de convertir la homosexualidad en ilegal, hasta donde vamos a llegar.