Ayer vimos que los gays brasileños salieron a la calle para protestar contra la iniciativa que permitiría las terapias de cura de la homosexualidad. Y hoy, nos vamos hasta Turquía, un país que está siendo sacudido por fuertes protestas contra el gobierno del islamista Erdogan, y en el que los transexuales han salido también a la calle.
Desde que comenzaron las protestas en Turquía, los homosexuales han participado de forma activa en la acampada del parque Gezi, ya que además de los motivos que han sacado a la calle a miles de turcos, los homosexuales son uno de los colectivos que más sufren bajo el gobierno de orientación islámica presidido por Erdogan.
Y en este caso, la manifestación fue convocada para denunciar la arbitrariedad policial y el rechazo social hacia los transexuales, pese a que la transexualidad es legal en este país a caballo entre Europa y Asia.
Bajo el lema «Pan, Justicia, Libertad», unas 5.000 personas marcharon con las banderas del arco iris desde la famosa plaza de Taksim, antes de pasar por una de las calles más comerciales de Estambul, la calle Istiklal, para denunciar la situación en la que viven los transexuales turcos.
Un toque de atención más para el gobierno de Erdogan de una parte muy importante de la sociedad turca que desea vivir en libertad y sin que nadie se inmiscuya en sus vidas.
Vía I Informador
Es fabuloso que el colectivo LGBT participe en las marchas y manifestaciones que están ocupando las calles de Estambul y Río de Janeiro estos últimos días, reivindicando no sólo una mayor democratización en estos países, sino también una mayor visibilidad y normalización del colectivo LGBT a escala nacional. Sin embargo, no sé si está teniendo la repercusión que se merece porque escuché hoy por televisión que en Brasil, la señora Rousseff tiene pensado introducir «algunos» cambios en la Constitución brasileña, si bien esos cambios sólo afectarán a educación, sanidad y transportes. Y yo creo que también es imprescindible que se lleve a cabo una política anti-discriminatoria en Brasil respecto a la comunidad gay, porque al igual que los médicos, los alumnos y profesores, los homosexuales están siendo víctimas de una legislatura que no les representa ni les arropa judicialmente.