Hay post, que mientras los escribes, un escalofrío recorre tu cuerpo.
Y este es uno de esos casos, por ver como todavía hay lugares en el planeta, donde los gays son hostigados y perseguidos, y la policía tiene guante blanco para realizar cualquier tipo de fechoría con total impunidad y sin justificación alguna.
Eso es lo que ha pasado en México, concretamente en León, una ciudad situada en el Estado de Guanajuato, donde un grupo de policías entró en la noche del pasado 7 de noviembre en una vivienda golpeando a diestro y siniestro a los ocupantes de la casa.
En ella, estaban J. Jasso, gay para más señas, junto a su familia. La excusa que parece ser que les pusieron, de los más trivial. Entraron al domicilio y realizaron estas supuestas fechorías bajo el cargo de prostitución.
Según narró la propia familia, la policía intentó entrar en el domicilio, y ante la resistencia de los ocupantes, los policías les arrojaron gases lacrimógenos.
Tras arrojar los gases al interior de la casa, la policía entró en la vivienda, golpeando en la espalda al padre y a la madre de J. Jasso, todo esto en presencia de varias niñas de entre 5 y 11 años de edad.
El propio Javier explicó que era una falsedad la acusación de que se prostituían, al tiempo que denunciaba que la policía no tiene ningún derecho a entrar de esas maneras en una casa, y mucho menos a golpear a gente de cierta edad.
Además, la víctima de este asalto, que es miembro de la organización Transleonas, pidió al alcalde de la ciudad que reaccione de una vez ante este tipo de hechos para acabar con la represión que sufren los gays en León.
El Alcalde panista de León, Vicente Guerrero Reynoso, únicamente se comprometió a revisar la situación, invitando a los agredidos a denunciar cualquier situación de abuso policial.
La organización Transleonas, de la que como ya he dicho forma parte Javier Jasso, denunció que los ataques son ordenados por directivos de la propia policía.
Según esta organización, “la Policía Municipal siempre nos da ‘carro’ por caminar vestidos como mujer, eso no es justo, pensé que vivíamos en un país libre, pero con el gobierno del PAN cada vez estamos más reprimidas. Eso que hicieron con las compañeras y sus familias en sus propias casas no tiene nombre”.
Vía I Milenio
Pues a mi no me da ningun escalofrio… Si te transvistes en un pais que no tiene una aceptacion real de la homosexualidad, como si ocurre en muchos paises de europa(entre los cuales no incluyo españa), no es ni mejor ni peor, simplemente es previsible que te pasen cosas asi.Previsible, lo que no deja de dar asco…Yo,no lo haria, la libertad esta escrita en un papel precioso, pero no existe en la practica en ningun sitio.
Cada vez que leo este tipo de noticias sobre México siento como si no viviera en este país. Si bien en esta nación nos falta camino por andar, en la ciudad donde vivo Acapulco, o donde nací Ciudad de México las cosas son muy diferentes.
Y es que parece que hay que centrarse sólo en noticias negativas de los estados más férreamente católicos de este país y olvidarnos por completo de las noticias positivas de los estados más liberales…
En EEUU pasa igual, no es lo mismo ser gay en Vermont que serlo en Lousiana.