La asociación rumana “Accept”, que lucha por los derechos de los homosexuales organizó una marcha en Bucarest bajo el lema “marcha de la diversidad”, participaron alrededor de 300 personas, custodiadas por unos 400 policías, y gracias a esta gran presencia policial se evitó el desastre.
La policía se vio obligada a usar gas lacrimógeno después de que un grupo atacara a los manifestantes con ladrillos, basura, huevos y tomates. Se realizaron 108 arrestos, de los cuales alrededor de la mitad eran adolescentes menores de edad que negaron pertenecer a un grupo organizado.
En Rumania la homosexualidad no constituye delito desde 2001, pero aún enfrenta fuertes prejuicios en grandes partes de la sociedad, ya vimos la prohibición de las canciones de Freddy Mercury en el campo del Steaua.
Creo que cada vez tenemos más y más motivos para lanzarnos a la calle en el EuroPride de Madrid a finales de este mes.
Por lo menos la policia les protegió.