Hace algo así como cuatro años, a los Republicanos, que no hacen una derecha desde hace más de tres décadas, con el cuerpo cagado de miedo, los norteamericanos le regalaron, aunque otros dicen que el fraude y por tanto, un nuevo golpe de estado volvió a tener lugar entonces, millones de votos al hijo botarate de Bush el pocero, para acabar de degenerar los bolsillos y desenmascarar las vergüenzas de sus sufridos ciudadanos con tremendo efecto rebote para todos los demás.
Su contrincante entonces fue el Senador John Kerry, el honesto John, pero también John el ingenuo. Generalmente en los US, cuando un candidato presidencial pierde las elecciones pasa a mejor vida política. ¿Quién se acuerda de Michael Dukakis?… ¿Michael Dukaquién?… Kerry sin embargo ha sido una excepción. Favorito del poderoso Clan Kennedy entonces, al igual que Obama lo fue el pasado Noviembre, el ex soldado de Vietnam estuvo entre los ‘posibles’ del Presidente para hacerse con la Secretaría de Estado, antes de que esta responsabilidad recayese sobre La Señora. Entre esto y lo otro, Kerry ha permanecido a la vista. Y en estos días por gente como nosotros, se ha hecho notar de nuevo. A ver si Obama se apunta a tomarse un café con él y vemos qué pasa, porque resulta que…
… Hay un brasileño casado con un norteamericano, ciudadano de Massachusetts, ese Estado de la Costa Este gringa, pequeñajo pero fundamental en la historia de los derechos civiles de los homosexuales en Estados Unidos, por ser el primero en que se reconoció el derecho de dos personas del mismo sexo a contraer matrimonio. Genesio Oliveira, que es como se llama el brasileño, se casó con Tim Coco, ciudadano norteamericano. Y este solicitó para su esposo la residencia como primer esponsor bajo el rol de esposo. Ambos pasaron la entrevista, pero el juez de inmigración encargado de tomar la decisión denegó la concesión a Oliveira, forzando a este a abandonar el país. A John Kerry no le ha gustado nada.
Oliveira ha alegado además que en Brasil ha sufrido abuso por su condición sexual, con lo cual su petición es doble: residencia por matrimonio con ciudadano norteamericano y asilo político por sentirse amenazado en su país de origen.
La ley de Inmigración en Estados Unidos es un auténtico galimatías vista desde fuera. Incluso, si como en este caso, hay estados que reconocen que dos gays casados son idénticos a dos heteros esposados, sin embargo la Ley Federal, la que afecta a todo el país, y el Departamento de Inmigración reconocen como matrimonio sólo a aquel formado por un hombre y una mujer. O sea, que si eres chica extranjera y te casas con un ciudadano gringo, él solicita tu residencia y si todo se ajusta a la ley, te la conceden. Pero eso no sucede si un gringazo criado a base de leche de búfala en las llanuras de Kansas se enamora de, digamos, un español que creció con el Nesquick y las galletas María lamiéndole los labios cada mañana, porque la ley federal dice que no están casados. Y es justo eso lo que Kerry pretende cambiar: que tanto matrimonios homosexuales como heterosexuales tengan idénticos derechos federales, incluyendo el de la concesión de residencia estadounidense para el cónyuge extranjero.
Obama se ha fajado y se ha puesto a arreglar convenientemente las cosas dentro de su país. Y de momento, hasta la vista de resultados efectivos, parece que la gente le mira y le sonríe. Como mínimo se ha puesto manos a la obra. Y tal vez nos sorprenda, pero quizás (me temo), no lo haga más adelante subiendo un importantísimo peldaño en la historia de los derechos civiles, poniéndonos a la altura legal que nos corresponde. Pero por si acaso necesita un empujón porque el predicador noséquéleches le contó que rabo con rabo es pecado, que agarre una tarde libre y se tome un Cafe Latte con pastas con el veterano senador. Nos lo debe.
Vía I Gay.com
Bastante hay con que en algunos estados vayan reconociendo el matrimonio homosexual. Espero que poco a poco, casos como este se vayan solucionando, pero imagino que la cosa irá despacio.