Ya lo dicen. En campaña, cualquier cosa vale. Y si además tenemos en cuenta que hablamos de las elecciones norteamericanas, y que Obama y Clinton están desesperados por vencer en los últimos estados en los que se celebrarán primarias demócratas, todavía más.
Mañana martes, se celebran primarias en el estado de Pensilvania, el último gran estado en que se van a enfrentar los dos candidatos demócratas.
Y Hillary Clinton, sabedora de que este Estado le es proclive según las encuestas, ha decidido sacar la artillería pesada para asegurarse el triunfo sobre su rival, y a ser posible, con contundencia.
Y en la ciudad de Filadelfia, ha entrado en escena la hija de los Clinton, Chelsea, quien se ha recorrido los principales bares de gays y lesbianas de esta ciudad norteamericana, haciendo campaña por la candidatura de su madre, Hillary.
En esta excursión por la noche gay de Filadelfia, que se prolongó hasta la una de la madrugada, Chelsea estuvo acompañada por el gobernador Ed Rendell, un heterosexual que siempre se ha preocupado de estar muy próximo a los votantes gays.
Vía I ABC
Espero que después de la campaña se acuerden igual