Algunas de las iglesias protestantes existentes en todo el mundo son mucho más abiertas que la Iglesia Católica en lo que respecta a la homosexualidad.
En esta ocasión, las iglesias protestantes españolas han dado un gran ejemplo a otras iglesias cristianas muchos más conservadoras, tanto protestantes como católicas, aunque sea con matices.
Tras las declaraciones del pastor evangélico Marcos Zapata en las que afirmaba que era partidario de curar a los homosexuales, las iglesias evangélicas españolas han emitido un comunicado en el que han mostrado su apoyo a los derechos de los homosexuales.
En el comunicado incluso se llega a comparar la situación de los homosexuales con la persecución que han sufrido los protestantes durante varios siglos.
Tras el comunicado, el Colectivo Gay Evangélico ha manifestado su satisfacción y ha pedido la creación de una mesa de diálogo en la que participen colectivos gays, la Iglesia Evangélica y el pastor Marcos Zapata.
De todas maneras, no todo podía ser de color de rosa. En el mismo comunicado que en el que hablan de la persecución a la que somos sometidos, la Iglesia Evangélica afirma que «se identifica» con el pastor que realizó las escandalosas declaraciones sobre la curación de homosexuales.
Y de hecho, aunque no habla de curación, si que menciona la «libre decisión de los ciudadanos a cambiar sus preferencias sexuales, se puede informar sobre la existencia de opciones de vida diferentes». Como si por informarnos de que el amor puede existir entre el hombre y la mujer fuéramos a cambiar nuestra tendencia sexual.
El Colectivo Gay Evangélico también ha manifestado que «ya que la comunidad protestante asume nuestros derechos ante la ley, también debe defender los derechos religiosos».
Y es que a pesar del apoyo a los derechos de los gays en el comunicado, el 90% de las Iglesias Evangélicas excomulgan a las personas que se declaran homosexuales, o amenazan con la expulsión si no te conviertes a la heterosexualidad.
Yo, sinceramente, no entiendo la defensa que hacen del colectivo gay y la comparación que hacen de las persecuciones de los protestantes en los siglos pasados con el acoso a los homosexuales, mientras siguen expulsando a fieles evangélicos que se declaran gays.
Vía l El Correo Gállego
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