A veces la vida te da bofetadas por donde menos te lo esperas y eso es lo que les ha pasado a esta familia de mormones que había apoyado la Proposición 8 –en contra del matrimonio gay–. La madre siempre había seguido las enseñanzas de la iglesia, hasta que su hijo Jordan de 13 años salió del armario con miedo a ser rechazado por sus padres.
Pero lo que ocurrió fue algo totalmente inesperado. En el momento en el que les dijo a sus padres que era gay estos entendieron las razones de la depresión por la que estaba pasando y la madre, Montgomery, entendió que su hijo seguía siendo un niño inocente que no había hecho nada malo y que no podía haber un pecado en que fuera gay, porque también comprendió que no había elección en ese hecho.
Esta es una historia conmovedora en la que se hace evidente que muchas veces vivir las cosas de primera mano lo cambia todo porque te da una perspectiva que de otra forma no tendrías.
La historia de Jordan y su familia ha quedado plasmada en un documental de 20 minutos titulado ‘Families Are Forever’ y producido por la San Francisco State University. ‘Families Are Forever’ es el primer documental del programa Family Acceptance Project con el que quieren mostrar el recorrido realizado por familias religiosas o étnicas para llegar a aceptar a sus hijos LGBT.
Como suele ser lo habitual en estos casos, lo más probable es que para ver estos documentales debamos estar atentos a los festivales de cine LGBT locales.
No puedo decir más que me produce mucha alegría el que, al vivirlo en primera persona, fueran tolerantes hacia la diversidad, de la que opinan (por decirlo sutilmente) de forma diferente. Qué alegría que se dieran cuenta de que pertenecer a la diversidad sexual NO es una opción. Qué alegría de que abrieran sus mentes. Podemos centrarnos en «¿Qué habría ocurrido si…?» Pero no. Han sido tolerantes, y han amado en vez de odiar. Que orgullo ver, que el mundo avanza día a día
El problema NO es que la homosexualidad sea una elección o simplemente una característica más de una persona; el problema es que los intolerantes eligen el odio en lugar del respeto….al menos hasta que se encuentran con el «tema» en sus propias barbas(y aún así,hay algunos que….telita).
Suerte de tener una familia con una mente capaz de reaccionar a las evidencias y no se hayan cegado en sus creencias, un conocido con padres del Opus salió del armario y gracias a dios ahora está bien (han pasado ya unos años) pero lo tuvo que recoger su mejor amigo en su casa porque los padres lo echaron de casa…. solo mantiene contacto con su madre y a escondidas de su padre, en fin , afortunadamente cada vez que veo un caso asi me hace pensar que se da un pasito más.
Es bueno por este chico que sus padres hayan cambiado de parecer y se hayan dado cuenta de que se puede cambiar de ideas y que lo realmente importante es el amor que sienten por su hijo, por encima de todo.
Lo triste es que tengan que tener un hijo homosexual para darse cuenta, que tengan que darse de frente con la situación para planteársela. Cuantísimas familias seguirán rechazando la homosexualidad y enseñando a sus hijos a odiarla porque no han tenido contacto con ella de primera mano.
Este joven puede darse con un canto en los dientes. No es usual que ocurran este tipo de situaciones. No por ser catastrófico sino realista. Es un chaval con suerte, y contando conque la historia sea real. Puede ser un medio de marketing mediante el cual pretendan visibilizar la situación. No digo que no esté ocurriendo, que estará, pero es raro. En cualquier caso, me alegro por el joven.
No es tu elección sentirte del modo en que lo haces. Sí la es elegir cómo te sientes al respecto.
Pues yo con 13 años estaba jugando con Pokemons y no tenía ni la necesidad de plantearme mi sexualidad.. no se vosotros, pero en mi opinión los niños están creciendo muy rápido! Yo hasta los 18 no empecé a darme cuenta.. hasta entonces no me interesaban de manera desmedida ni unos ni otros.. me alegro por la familia claro está, pero hacer un documental de ello, son estadounidenses está claro.
Minguelita, estoy en total acuerdo contigo que los niños están creciendo muy rápido, yo con 13 estaba jugando también con mis cosas y no se me había pasado aun por la cabeza plantearme este tipo de cosas.
Ahora trabajo en verano con niños y no te haces a la idea como están de «espabilados» los niños, dan miedo, aunque en el fondo creo que ni saben muchas veces las cosas que hacen ni piensan ni siquiera. Con la de tiempo que van a tener hasta aburrirse de todo no sé como se ha llegado a hacerles «madurar» hasta ese punto.
No estoy de acuerdo: los 13 años es cuando se empieza a descubrir el cuerpo, la masturbación, etc. Precisamente fue a esa edad cuando empecé a notar que había «algo raro» porque cuando me hacía una paja, pensaba en mis compañeros de clase, y no en las compañeras. Obviamente me decía que no significaba nada, que me gustaban las tías, y no fue hasta los 18 que lo acepté. Pero olerlo…
Pufff. Pues yo me recuerdo con 14 años fantaseando sobre cómo perdería la virginidad y preocupada porque no me daban crecido las tetas. jaja
(Y os aseguro que fui de las últimas de mi clase en interesarme por el sexo. Yo tenía el concepto de que mis compañeras estaban muuuuy salidas.)