David Cameron se ha convertido en una figura fundamental en el marco de la defensa de los derechos LGBT a nivel internacional. Pese a que es miembro del Partido Conservador, Cameron se ha mojado para aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Inglaterra y Gales, y ha presionado a los dirigentes de países en los que se persigue a los gays para tratar de mejorar su situación.
Ahora, durante la celebración del G-20 en San Petersburgo, y con Vladimir Putin como anfitrión de la reunión, Cameron manifestará al presidente ruso su preocupación por las leyes homófobas que han sido aprobadas por el gobierno ruso.
Así lo ha explicado en una respuesta parlamentaria, en la que David Cameron se ha comprometido a mostrarle a Putin su inquietud por la preocupante situación que están viviendo los gays en Rusia.
Evidentemente, Cameron podría ser más contundente de lo que lo será, la política es así. Pero teniendo en cuenta la tibia o nula reacción del resto de dirigentes que han acudido a la cumbre, bienvenida sea la actuación del primer ministro británico en San Petersburgo. ¿Alguien se imagina a Mariano Rajoy haciendo algo similar? Yo desde luego, no…
Vía I EFE
Este es el primer gesto que hacen, y eso es todo?
Cuando salió elegido Cameron como presidente de Inglaterra pensaba que la situación de los homosexuales o no iba a mejorar o iba a empeorar. Ahora, después de las grandes y tan valientes proezas que ha llevado a cabo, me arrepiento por no haberle dado una oportunidad, porque ha demostrado dejar al lado las ideologías religiosas y políticas, y mostrarse totalmente imparcial, con el objeto de promover la igualdad y garantizar los derechos de todos los individuos de la sociedad británica. Cameron está logrando regenerar la derecha europea, una derecha, que en algunos países tiene parentesco con el fascismo más exacerbado (no hace falta que ponga ejemplos de algún país al que todos queremos…)