Sin duda, los tiempos cambian, y aires nuevos están renovando al antaño homófobo Partido Conservador Británico. El Primer Ministro británico, David Cameron ha organizado una fiesta para el colectivo LGBT en Downing Street, su residencia oficial, a la que están invitados representantes de las organizaciones gays británicas.
Una fiesta que fue instaurada por los laboristas durante su etapa al frente del Ejecutivo Británico, y que supone toda una novedad en la agenda del Partido Conservador. De hecho, algunos dudaban si el nuevo y flamante Primer Ministro continuaría con esta fiesta, o si cedería a las presiones de la vieja guardia conservadora, que no termina de digerir los nuevos aires que se respiran entre los renovados tories.
Pero finalmente, David Cameron ha decidido continuar con esta tradición, manteniéndose fiel a los cambios que preconizó durante la pasada campaña electoral británica que le aupó al poder en una coalición de gobierno compuesta por los conservadores y los liberales de Nick Clegg.
Durante el desarrollo del evento, el Primer Ministro quiere explicar públicamente ante los invitados a la fiesta los pasos que dará el ejecutivo que preside para favorecer la igualdad de todos los ciudadanos británicos.
En este sentido, se espera que Cameron muestre su compromiso con propuestas recogidas en su programa electoral, como el apoyar las medidas para combatir el hostigamiento de los adolescentes en los centros educativos británicos, el garantizar el estatuto de refugiados para las personas que sufren persecución por su orientación sexual en sus países de origen o eliminar las condenas por homosexualidad de las fichas policiales. En el alero, queda ver si Cameron garantizará los mismos derechos fiscales a las parejas gays que a los matrimonios.
Lo que sí que está claro es que Cameron no piensa comprometerse con la legalización del matrimonio gay en el Reino Unido, al igual que tampoco se plantea permitir la donación de sangre de ciudadanos gays. Temas en los que las organizaciones LGBT del país tendrán que meterse a fondo para seguir avanzando, ya que no parece que estén en la agenda del gobierno del Reino Unido.
Pero aún así, y a pesar de los temas que se han quedado por el camino, y con los que tendrán que bregar las organizaciones LGBT británicas, no hay duda de que es positivo que David Cameron continúe con esta fiesta por la visibilidad que ofrece ante la sociedad, y por las medidas que su Gobierno pondrá en marcha.
Medidas que se quedarán cortas para muchos, pero que supondrán un nuevo paso hacia adelante en materia de igualdad. Y especialmente, teniendo en cuenta que las pondrá en marcha un partido conservador que no hace mucho ignoraba por completo los derechos del colectivo LGBT.
Vía I Hoy.es
Buena noticia.
Lo mejor para combatir la homofobia es conocer a muchos LGBT y comprobar que tienen los mismos problemas y alegrías que cualquiera. Una fiesta es siempre un bien lugar para conocer gente nueva…
A ver si reflexiona y cambia de actitud e iguala derechos, rectificar es de sabios…
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pues a mi no me parece que organicen una fiesta pero que no les dejen doanr sangre.
Incongruencia