Este mundo está lleno de hipócritas. Y contra más reaccionarias son las ideas del personal, más hipocresía hay en la vida de la gente. Especialmente, cuando se trata de confrontar moralidad y el dinero contante y sonante, porque ante el sonido de unas cuantas monedas, no hay puerta que se cierre, ni idea que se cambie.
Y si no, que se lo digan a la diputada argentina Cynthia Hotton. Esta mujer, se convirtió en una de las abanderadas de la oposición contra el matrimonio gay y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo en su país. De hecho, la diputada, miembro del partido político ultraconservador “Valores para mi País”, reunió bajo su paraguas opositor y discriminatorio a organizaciones ultraconservadoras de todo tipo con el lema “Queremos papá y mamá”.
Pero lo que nadie sabía es que esta mujer evangelista y de rígida moral, estaba casada con un empresario hotelero propietario de la cadena Rochester Hotels, entre cuyos establecimientos tiene un hotel al que califica de gay-friendly. Así que mientras por un lado se convertía en el azote de los derechos de los gays, por otro lado, miraba para otro lado y disfrutaba con el dinero que su marido sacaba de hacer negocio con los turistas LGBT. Un excepcional ejemplo de la frase “De la moral me olvido cuando se trata de dinero“.
Por fortuna, esta mujer no consiguió sus objetivos, ya que finalmente, el matrimonio gay se aprobó en Argentina el pasado verano, después de una larga tramitación que a muchos nos hizo pensar que al final los ciudadanos gays de este bello país no podría disfrutar de un derecho que debería ir parejo a todos los seres humanos sin distinción.
Pero por el camino, esta mujer ya se encargó de hacer todo lo posible para que los gays argentinos no pudieran disfrutar de los mismos derechos que sus conciudadanos heterosexuales. Hizo campaña contra el matrimonio gay en todo el país, participó en un montón de debates de medios de comunicación para tratar de convencer a los argentinos de las maldades de este tipo de enlaces, e incluso llegó a reunir firmar para que las instituciones convocaran un referéndum sobre el matrimonio gay.
Pero si tanto le molestamos los gays, no entiendo como no le hace ascos a que su marido, Julio Ducdoc, califique un hotel, concretamente el de Bariloche, como gay-friendly, y se llene los bolsillos a costa de los ciudadanos LGBT que pasan por sus habitaciones. Su marido, Julio Ducdoc, es el dueño de la cadena hotelera.
Al final, será cierta la frase de Don Francisco de Quevedo, cuando decía Poderoso caballero es don dinero. Y no es menos cierta la hipocresía de este tipo de gente que mientras presume de su moralidad y trata de obligarnos a todos a vivir bajo sus retrógrados dogmas, no hacen ascos a nuestro dinero. Está visto. Nosotros, les daremos asco, pero nuestro dinero, no.
Vía I AG Magazine
LA verdad que es lamentable, aca desde argentina se gano todo el odio esa mujer por las declaraciones en contra del matrimonio del mismo sexo, y ahora enterarme una cosa asi, es pensar lo peor de ella. Tanto q peleo para q la ley no se lleve a cabo y sin embargo perdio.. hasta grupos de FB se abrieron en contra de ella y del «queremos papa y mama». Una verguenza!
Una cara dura la verdad!!
Bueno, quizá su marido tenga dos dedos de frente, cosa de lo que ella pueda carecer. Pero quizá sea de esas parejas en las que «tú tienes tus ideas y yo tengo las mías» y eso quede al margen de la relación. Al fin y al cabo es el negocio de su marido, no el de ella. Y su marido decida actuar de forma independiente a los «gustos» de su mujer.
Que ella también disfrutará del dinero del negocio de su marido, pues lamentablemente sí. Pero quizá su marido esté dando una lección a ella misma y a la sociedad mostrando que sus ideas no tienen porque reflejar las de su mujer.
La verdad es que mientras escribía el post, he pensado en esto que estás diciendo. El problema está, creo yo, en que no era una simple diputada que votó en contra del matrimonio y de la adopción. El problema está en el tinglado que organizó para evitar por todos los medios que todos los ciudadanos tuvieran los mismos derechos, abanderando la oposición a este derecho. Cuando eres político, tienes que tener mucho cuidado con estas cosas.
Evidentemente, estar casado con un político no significa tener las mismas ideas que la pareja, pero sí que te exige un mínimo de coherencia, sobre todo cuando te conviertes en un símbolo (en este caso para mal) para tanta gente. Saludos 🙂
que curioso! si esto hubiese salido en su dia y se lo hubiesen puesto en la cara, me hubiese gustao ver la cara de tonta que se le hubiese quedao! jaja
Está claro, al final solo importa el dinero.
Lo bueno de todo esto es demostrar hasta dónde llegan sus ideas: en el momento en el que afectan a mi dinero, eso que tanto he defendido deja de ser importante.
desde que se inventó la palabra gayfriendly se inventó en negocio y en los negocios no existe la moral. Pero aún asi, debería darle vergüenza y si el marido quiere darle lecciones, espero que parte del dinero que ganan lo gasten en causas, como la ayuda al vih, a los transexuales, a los centros LGTB…
Es lamentable la doble moral que hay en algunos sectores de la sociedad. Me produce vergüenza ajena!
Este tipo de paradojas,y mas que una paradoja es una HIPOCRESIA…(con mayusculas y sudbrayao)tiene una solucion muy eficaz por parte del turismo gay y se llama:BOICOT.