Normalmente, las noticias que nos llegan desde el continente africano no suelen ser demasiado alentadoras. Leyes homófobas, cárcel para los gays, violaciones de lesbianas y mandatarios que se creen con la verdad absoluta son el pan nuestro de cada día en los post sobre los países africanos.
En el caso de hoy, nos vamos hasta Kenia, un país en el que queremos destacar la figura de Denis Nzioka, un tipo valiente que se va a presentar para ser elegido vicepresidente de Kenia en las próximas elecciones que se celebrarán a finales de año,o a comienzos del 2013.
Un acto arriesgado, ya que aunque la sociedad keniana sea un pelín más liberal que la de los países vecinos, la homofobia en Kenia sigue campando a sus anchas. Y de hecho, la homosexualidad está penada con cárcel, y el propio Denis Nzioka ha recibido a lo largo de su vida fuertes amenazas, debiendo cambiar de lugar de residencia hasta en tres ocasiones por culpa de los homófobos en los últimos tres años.
Denis Nzioka, que llegó a estar en un seminario para convertirse en sacerdote, dejó sus estudios religiosos y dio el salto a las organizaciones LGBT, llegando a ser portavoz de Gay Kenya Trust. Un cargo que dejó hace unos meses, cuando decidió dar un nuevo giro a su vida para meterse de lleno en la arena política y tratar de convertirse en el próximo vicepresidente de Kenia.
En principio, el joven político quería presentarse a la presidencia del país, pero cuando fue a inscribirse, las autoridades le advirtieron que para acceder al puesto de presidente de Kenia, hay que tener al menos 35 años cumplidos, mientras que Denis apenas tendrá 27 cuando se celebren las elecciones, en diciembre de este año, o en marzo del que viene.
Así que ahora, el joven y pragmático aspirante a político está en conversaciones con varios candidatos independientes para que lo incluyan en su lista como candidato a la vicepresidencia del país. Además, Denis Nzioka sabe que lo tiene difícil para alcanzar el cargo, ya que está convencido de que sus conciudadanos no se fijarán en todo lo que puede ofrecer a la sociedad keniana, sino que se fijarán exclusivamente en su homosexualidad.
Pero precisamente, Nzioka busca que la gente lo vea, y que piense, ya que para este joven keniano la visibilidad es fundamental para mejorar la situación de los ciudadanos LGBT africanos. Además, el aspirante a vicepresidente está convencido de que para las siguientes elecciones, tendrá experiencia y un amplio currículo con el que presentarse con cierta garantía de éxito.
El mismo reconoce que quizás presentarse a presidente o vicepresidente es demasiado, pero también tiene claro que si se hubiera presentado para ser concejal o diputado, no tendría la misma repercusión que está tenido en estos momentos y no lo conocería nadie ni se hablaría de él.
Y aunque está convencido de que recibirá los votos de la comunidad LGBT keniana, y de los gays ocultos en el armario, también quiere aspirar a representar a todos los jóvenes del país, a los colectivos discriminados, para poder combatir la pobreza y las tremendas desigualdades que se viven en el país.
De momento, ganas no le faltan. Y coraje para hablar en un país peligroso para los gays, tampoco. Esperemos que tenga suerte, y que aunque no consiga la vicepresidencia del país, al menos sí que consiga meter el debate de la igualdad en la sociedad keniana. En la capital lo tiene relativamente más fácil, el problema lo tendrá sobre en el medio rural, mucho más cerrado. Seguiremos sus andanzas, con la esperanza de que este valiente joven llegue muy lejos. Será la señal de que algo en África está cambiando.
Vía I Vanguardia
En Ambiente G I El primer ministro de Kenia pidió detener a los gays
Vuelvo a decir que me sigue sorprendiendo que Ana Botella tenga tantos comentarios y las noticias de África ninguno. Creo que este chico es el primer político africano abiertamente homosexual, y realmente se está jugando el tipo. Le deseo toda la suerte del mundo.
Tienes mucha razón, esperemos que tenga suerte.
A mi también me sorprenden los pocos comentarios de este tipo de noticias. Es como si viviéramos aislados y aburguesados en nuestra burbuja y nos importara un pimiento lo que sucede en África o en otros rincones del mundo menos afortunados que el nuestro.