En una cadena de radio como la COPE, no se que está peor visto. Si ser gay, ser de izquierdas, o ser nacionalista.
Pero en el caso de que una persona reúna las tres características, ésta tiene un futuro muy negro en dicha cadena de radio.
Esto es lo que le ha pasado a Isabel Quintairos, una periodista que trabajaba en la Cadena Cope de Santiago de Compostela y que ha sido despedida dos veces por la emisora de la Cadena Episcopal.
Los motivos de estos dos despidos, entre los que hay nueve meses y un fallo judicial que dan la razón a la periodista y obligan a la COPE a readmitirla, es que Isabel Quintairos está casada con otra mujer y que además es simpatizante del BNG.
En el 2004, y tras 20 años trabajando en la que consideraba su casa, la periodista pidió una excendencia en la cadena de radio para incorporarse a un puesto de confianza en la Diputación de A Coruña, convirtiéndose en la responsable de prensa del Grupo Provincial del Bloque Nacionalista Gallego.
Cuatro años más tarde, Isabel Quintairos decidió regresar a su puesto en la COPE, y ese es el momento en que comenzaron sus problemas.
A pesar de que tras pedir su reincorporación, la dirección de la cadena en Santiago no puso incoveniente, unas horas después la misma dirección de la COPE rechazó su petición alegando que en ese momento no existían plazas vacantes en la cadena.
Tras esta negativa, la periodista presentó una demanda en el Juzgado, alegando que había sido despedida por la COPE a causa de estar casada con otra mujer y por trabajar durante una Legislatura para un partido nacionalista como es el BNG.
El juez corroboró estas tesis, ya que en la sentencia que condenaba a la COPE a readmitir a la periodista, reconoce que «la empresa no fue capaz de acreditar que la no readmisión de Isabel obedecía a las dos causas esgrimidas por su defensa»:
Pero el caso no quedó ahí, ya que la Cadena Cope recurrió la sentencia, ya que alegaron que la sentencia estaba redactada en lengua gallega. Aún así, el Consejo General del Poder Judicial archivó la causa.
Tras la sentencia, a la Cadena Cope no le quedó más remedio que readmitir a la periodista, una readmisión que tuvo lugar el jueves pasado. Entre el jueves y el lunes, la periodista pasó su horario laboral sin una tarea que realizar, arrinconada en un despacho, hasta que el lunes, la dirección de la cadena le entregó una carta de despido junto a un talón de 32.000 euros.
Los abogados de lsabel han solicitado tras el segundo despido la ejecución de la sentencia, mientras la COPE calla. Esperemos que se resuelva con la mayor brevedad posible, y que ésta periodista puede volver a desempeñar en Galicia su trabajo. Y si puede ser, a no mucho tardar.
Vía l El País
Esta claro que hay que trabajar pero, ¿lesbiana y en la cope?. Yo no la escucho pero por lo que oigo por ahí, no creo que este muy cómoda.