Desde que alcanzó la presidencia de Estados Unidos, no hay día que Donald Trump no nos ponga los pelos como escarpias con tuits surrealistas que suelen servir para atacar a la prensa o a cualquiera de sus enemigos, o poniendo en marcha algunas de las iniciativas que ya prometió en campaña, como la construcción del muro en la frontera mexicana o la prohibición temporal de la entrada de inmigrantes y refugiados de varios países de mayoría musulmana.
Pero entre tanta noticia negativa, hoy podemos dar una noticia noticia. Quizás la excepción que confirma la regla, y que en este caso, supone un respiro para el colectivo LGBTI estadounidense. Tras varias horas de incertidumbre, y con un horizonte bastante negro visto lo visto, la Administración Trump ha decidido mantener la orden ejecutiva firmada en el año 2014 por Barack Obama que prohíbe a las empresas que quieran trabajar con el gobierno estadounidense discriminar a sus empleados LGBTI.
Finalmente, los rumores recogidos por varios medios LGBT norteamericanos que afirmaban que Donald Trump pretendía emitir una orden que destilaba homofobia por sus cuatro costados para proteger la libertad religiosa se ha quedado en agua de borrajas tal y como ha informado la Casa Blanca en un comunicado, quedando la orden firmada por Obama intacta. Un respiro momentáneo, porque con Donald Trump nunca se sabe…
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Dicen que en la vida todo es cíclico. Pues parece ser que es hora de volver atrás con todo lo que hemos avanzado con estos temas. Espero etar equivocado, pero…
Esperemos que sí.