Ya sabéis que los miembros de la Iglesia Católica además del voto de pobreza y el de obediencia tienen otro, incluso más controvertido que los anteriores, que es el de castidad. Esto implica que aunque se empeñen en darnos lecciones sobre el amor de pareja, en la realidad si cumplen a rajatabla con sus promesas, su sapiencia sobre el tema se ciñe a lo teórico. Pero a pesar de ser hombres y mujeres de Dios, no dejan de ser meros humanos débiles frente al pecado, que es gustoso y abundante.
Hoy os contamos una historia de incumplimiento de dicho voto de castidad pero afortunadamente con final feliz y que no salpica oscuras historias que van más allá de romper las leyes de Dios sino leyes civiles y morales. La historia la protagonizan dos monjas franciscanas lesbianas que han colgado sus hábitos totalmente enamoradas para contraer matrimonio, entre ellas claro está.
Las dos monjas proceden de Italia y se llaman Isabel y Federica y se conocieron hace algo más de tres años, surgiendo el amor entre ellas de forma lenta pero inexorable. Una de ellas ha dedicado su vida a los enfermos de drogadicción y los pobres, mientras que la otra es licenciada en Filosofía, explica el diario La Stampa.
Llevan años predicando la palabra de Dios por todo el mundo y ayudando a los más necesitados pero han tenido que cesar su actividad religiosa – que no su fe y contribución – al ser incompatible con su matrimonio civil, que se ha producido en Pinerolo (Italia) a manos de su alcalde Luca Salvai. Sin embargo, como buenas cristianas también desearían casarse por la Iglesia, así que han organizado una boda religiosa no oficial oficiada por Franco Barbero, un religioso excomulgado por casar a homosexuales católicos.
Vía | La Stampa
Deja una respuesta