La semana pasada preguntamos si os habían acosado en el colegio por ser homosexuales y los resultados son escalofriantes, del total de 1556 personas que contestaron a la encuesta un 72% sufrieron varios tipos de acoso en el colegio: el 60% fueron insultos, un 5% agresiones y un 7% vejaciones.
Pero la peor parte son los efectos que tuvieron estas agresiones: un 39% se deprimió, un 12% pensó en suicidarse y un 2% intentó suicidarse. Evidentemente se quedan fuera de la estadística los que lo consiguieron, que espero que fueran los menos.
Algo que me ha sorprendido de esta encuesta es que las agresiones en el colegio no han disminuido con los años. Ahora hay más aceptación de la homosexualidad que hace 10 o 20 años, pero los niños homosexuales siguen siendo acosados con una frecuencia similar.
De esta encuesta también se desprende que es difícil sobreponerse al acoso, casi todos los que pensaron en suicidarse, o lo intentaron, fueron agredidos física o verbalmente, al igual que sucede con los que se deprimieron. Mientras que los que no sufrieron agresiones de ningún tipo son los que pasaron una época escolar con menos complicaciones.
Lo cierto es que esta encuesta no nos está señalando nada nuevo. La mayoría sabemos lo difícil que es ser un niño homosexual y lo duro que es sobreponerse al acoso, pero poder cuantificar el efecto de estas agresiones debería abrirle los ojos a más de uno para así tomar medidas y proteger a los menores porque, aunque algunos no quieran reconocerlo, antes de ser adultos homosexuales fuimos niños homosexuales –pese a que en algunos casos ni nosotros mismos lo supiéramos-.
Me sentí muy sólo peleando contra aquellos que me puteaban en el colegio. Mis padres no fueron sensibles a ellos hasta años después, los amigos se apartaban para no ser «salpicados por el estigma», y los profesores eran unos completos incompetentes atajando aquel problema de acoso.
Yo sólo era un niño, joder. Y me tuve que comer todo aquello yo sólo.
Ahora, cuando miro atrás, me doy cuenta de que esa etapa que para la mayoría de la gente es más o menos feliz, yo la viví presa del pánico. Que los recreos del colegio, que los otros chavales esperaban con ansia, a mí me producían estrés por el miedo a lo que muchas veces sucedía durante ellos. Una mierda…
Espero que las cifras vayan disminuyendo….es un horror
Yo salí del armario a los 20 años (tengo ahora 28), un año o dos después de acabar el colegio. A pesar de no haberlo hecho en ese periodo, si que me acosaron año tras año. Lo que duwie ha comentado de los recreos me pasó a mi también. Lo que para los demás era la mejor parte del día yo no quería que llegara. Siempre estaba pensando: «Ojalá pase algo y no tengamos recreo». Pero la cosa no se limitaba a ese periodo del día (más quisiera yo). En algunas clases tres cuartos de lo mismo, y el profesor pasaba del tema. Todo esto pasó en la ESO y parte de Bachillerato. Siempre he dicho que lo mejor que me ha pasado ha sido terminar el instituto. No se si habría sido peor si hubiera salido del armario entonces (no lo hice no por miedo, sino porque aún no lo sabía).
Y lo bueno es que encima te buscan por facebook para invitarte a las típicas cenas de reencuentro escolar!!
Lo siento amiguitos no os echo de menos ni me interesa saber que es de vuestra vida! xDDD
Es una realidad, y en parte es una de las razones de por que entre gays nos entendemos mejor (estoy generalizando un poco), porque hemos pasado por situaciones parecidas.
Lo que no quita que esa etapa cree más traumas de los necesarios.. yo aun sigo con una espinita clavada de la adolescencia, pero se me quita con una sonrisa al ver lo que he conseguido y los amigos que tengo.
Y los que estén pasando por eso, muchos ánimos. 🙂
Sería mucho mejor lograr cambiar la cerrada mentalidad de la gente, y asi evitar todo esto.
Ante el acoso coraje y orgullo.