El juez Ferrín Calamitá, tristemente famoso por tratar de evitar que una pareja de lesbianas adoptase a una niña, y que está a punto de ser inhabilitado, ha sido defendido en un semanario editado por el Arzobispado de Madrid.
Alfa y Omega, que así es como se llama el semanario del arzobispado cuya cabeza es el cardenal arzobispo Antonio Rouco Varela ha defendido a través de un artículo a nuestro queridísimo juez.
Según el semanario, Ferrín Calamitá está sufriendo un calvario en forma de juicio por actuar en beneficio de los derechos de la menor.
En el artículo, Alfa y Omega recoge algunas de las declaraciones de Javier Pérez Roldán, el abogado de Ferrín Calamitá.
El abogado afirma, defendiendo lo indefendible y metiendo el caso en la arena política, que el juez es nada más y nada menos que víctima de un acoso que tiene como objetivo que ningún magistrado se atreva a discutir las leyes estrellas del Gobierno.
Una especie de dictadura apisonadora de la que nadie puede escaparse.
Aunque por supuesto, el semanario y el propio abogado de la «víctima» se olvidan por completo de que los jueces son los primeros que deben hacer cumplir las leyes, gusten o no guste, ya que son leyes aprobadas por una mayoría política democráticamente elegida tras ser avalada en las urnas.
El abogado del juez justifica el comportamiento de Ferrín Calamitá en el recurso de inconstitucionalidad que pende sobre la ley del matrimonio homosexual.
Según el abogado, en caso de que la ley fuera declarada inconstitucional, la niña podría vivir circunstancias que podrían perjudicarle.
Vía I El Plural
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