Con nocturnidad y alevosía. Así es como podríamos calificar la salida de la cárcel del asesino de dos gays cuatro años después de los crímenes. Un final que no han podido impedir ni la presión de los familiares de los asesinados, ni la fiscalía ni las organizaciones LGBT, y que de todas maneras, va en consonancia con la línea que ha venido dominando este lamentable caso.
Jacobo Piñeiro, que así es como se llama el asesino de una pareja de gays de Vigo, ha sido el protagonista de esta rocambolesca y surrealista historia cargada de homofobia y que nadie puede comprender. Han bastado sólo cuatro años para que este hombre abandonara la cárcel pontrevedresa de A Lama en la que encontraba, antes de la salida del sol, ante el pasmo de una parte de la sociedad (la que seguimos este tipo de noticias) y la indiferencia de la gran mayoría.
Muchos recordaréis los trágicos sucesos. Jacobo Piñeiro asesinó en Vigo en la noche de un 12 de julio a dos gays, justificando su vil acción en que podría haber sido violado por sus víctimas y que si actuó asi fue por el miedo y por la necesidad de defenderse.
Un argumento que se cae por sí mismo, ya que el asesino apuñaló hasta 33 veces a una de sus víctimas, y otras 22 veces a la otra víctima, antes de quemar sus cadáveres. Una cifra realmente alta de apuñalamientos para alguien que sólo quería defenderse de un supuesto miedo a ser violado y sólo puede calificarse como de ensañamiento.
Posteriormente, durante el juicio por los dos asesinatos, y ante el estupor de los ciudadanos con un poquito de sensibilidad, el acusado fue absuelto por un jurado popular que aceptó a pies juntillas que Piñeiro “actuó así por el miedo insuperable a ser violado”.
Por fortuna, y tras unas patéticas manifestaciones (patéticas no por el fin, sino por el escaso número de asistentes a las concentraciones por un tema que debería haber revolucionado las conciencias de gays y heteros de buen corazón por la injusticia que se estaba cometiendo), el Tribunal Superior de Justicia de Galicia anuló la sentencia del jurado popular, argumentando falta de base de la misma.
Y ahora, cuatro años después, el ASESINO, ha quedado en libertad con cargos a la espera de que se celebre un segundo juicio el próximo 16 de septiembre, al cumplirse el plazo máximo de prisión provisional. Eso sí, la justicia ha tenido la consideración de pedirle el pasaporte para evitar que el acusado huya del país. Y además, y para que no digan que este país no toma medidas de seguridad contra los criminales, le han obligado a pasarse todos los días por el juzgado para firmar el libro de registros.
El próximo sábado se ha organizado una concentración frente a la vivienda en la que fueron asesinadas y quemadas sus dos víctimas. Una manifestación que espero y deseo que sea masiva, a diferencia de las del pasado 2009, cuando apenas salieron a la calle un grupo de irreductibles para protestar por la absolución de Piñeiro.
Porque ante un caso en el que el asesino confeso de dos gays está en la calle, uno tiene que preguntarse por narices si los gays no somos ciudadanos de segunda, por muchos derechos que tengamos aprobados en este país. A fin de cuentas, el derecho más importante para todo ser humano es el derecho a la vida. Y en este caso, el derecho a la vida, y la dignidad de las víctimas, ha quedado más que en entredicho, demostrando que hay vidas que parece que no importan, o que al menos, son menos importantes que otras.
¿Qué hubiera pasado si el asesino confeso de una mujer asesinada con el ensañamiento de estos dos gays hubiera quedado en libertad a la espera de juicio? Que se hubiera armado la de San Quintín, siendo la noticia cabecera de periódicos e informativos televisivos, mientras que esos tertulianos radiofónicos que de todo hablan hubieran despotricado todo lo posible y más aún contra la puesta en libertad del acusado. Pero parece que como las víctimas eran gays, la noticia pasa a un segundo plano, en un país en el que la gente sólo sale a la calle de forma masiva cuando gana la Roja, o cuando hay carrozas con tíos en tanga sobre la Gran Vía madrileña.
Cosas como esta, sólo generan inquietud y una sensación de impunidad y de inseguridad física y jurídica para los ciudadanos LGBT, haciendo mella en la percepción que todos tenemos de la justicia. Una justicia, que junto a las víctimas, son los grandes perdedores de este trágico culebrón, cuyo final todavía desconocemos.
Vía I Público
En Ambiente G I ¿Homofobia en el juicio por el asesinato de dos gays?
ya sabia yo que encontraria esta noticia por aqui. Personalmente me parece indignante la historia. Miedo a ser…violado? Excusa barata donde las haya. Se trata de un claro caso de homofobia pura y dura. Nadie da 33 y 22 puñaladas por miedo a ser violado. Se da 1 o 2 y uno se hecha a correr, no se dan 22 y 33!! Y q se suponia que hacia el otro chico? mirar mientras el otro apuñalaba a su pareja? Indignante! Menos mal que aun queda el 2º juicio
Bueno, es que la mayoría de los ciudadanos ni siquiera llevamos puñales encima. A mí alguien que sale a la calle con un puñal ya me parece que tiene un problema… o se lo quiere crear a los demás.
LO GRAVE ES QUE EL ASESINO DE DOS PERSONAS TARDE MÁS DE CUATRO AÑOS EN SER JUZGADO CORRECTAMENTE. Ese es el escándalo.
El derecho a la justicia no se satisface sólo con que haya jueces, también existe una noción de tiempo. Porque lo que es intolerable es que un asesino o delincuente pueda causar daño mientras está a la espera de juicio. Y con la rapidez de nuestra justicia, esto pasa.
Si lo más sangrante es que el juicio anterior fue con un JURADO POPULAR, que fue el que consideró el «miedo a ser violado».
¿Miedo a ser violado? ¿Un tipo que liga con otro, se marcha a su casa, se asusta (o eso dice, y que puede ser), le asesta 33 puñaladas, revuelve la casa, se ducha, y cuando se va a marchar entra el compañero de piso y le asesta otras 22 puñaladas???.
¿Pero que se les paso a estos «JURADOS POPULARES» por la cabeza?
Entiendo que alguien alegue la tontería más grande del mundo para librarse de la cárcel, pero lo que no puedo entender es que se acepte.
¿Y esta gente podrá dormir por las noches tranquilo?
Si un homosexual mata a un heterosexual por «miedo a ser asesinado», también cuenta como excusa. Digo, sería defensa propia por el miedo a ser asesinado primero ¿no?
En fin, espero que al final se haga justicia. Saludos desde México.
Me dan escalofríos…
INDIGNANTE…
Yo hace tiempo que perdí la fe con este país…
No entiendo porque la justicia funciona tan mal y tan lenta…
Yo tampoco lo entiendo… no me entra en la cabeza…
Así va el país…
Me parece vergonzoso!!
Vale, los juzgados están a tope..pero hay casos y casos!!!como puede estar este sujeto en la calle a espera de juicio 4 años después?!!!. Bueno, y lo del jurado popular me deja alucinada…
Tiene q volver a ser juzgado en debidas condiciones. No voy a star tranquilo hasta que este en la carcel, no vaya a ser q me lo encuentre un dia x la calle..
España sera el pionero en cualquier cosa, hasta por la barriga cerbecera y tal. Pero lo que no es pionero es su sistema judicial, asi cualquiera sale a la calle aunque sea para correr libremente.
En fin, que triste que a estas alturas sigamos asi. A los asesinos no se les deben dar 4 años de carcel, deberian añadir un 0 mas y contentos.
Solo pienso que las carceles deben estar llenas y los jueces con «demasiado tiempo libre», por eso mismo la justicia no funciona.
Debemos ser mas valientes, pero con alguien como este suelto por ahi cualquiera se atreve a dar un beso con tu pareja si eres gay claro…
Qué asco de tío, qué asco de jurado popular y qué asco de justicia…
Qué asco, de verdad. Ni siquiera le deseo la muerte porque ni creo en la pena de muerte ni en el ojo por ojo, pero sí que le metía una cadena perpetua a este desgraciado.
Lo del jurado es escandaloso, con qué facilidad dejan salir a asesinos…