Hay que gente que, de vez en cuando, ocupa nuestro blog porque tienen una de esas salidas homófobas que hacen que todos miremos con estupor. Es el caso de Rick Perry, el gobernador de Texas y aspirante presidencial republicano, que vuelve a AmbienteG con otra de sus perlas homófobas.
Si hace un par de años ya le dijo a una jóven que ser bisexual era pecado, y en otra ocasión criticó la presencia de homosexuales en el ejército, ahora da un paso más comparando la homosexualidad con el alcoholismo.
Ha sido en un acto en San Francisco, donde le preguntaron si seguía pensando que la homosexualidad era un trastorno. Y respondió así: «Yo puedo tener un código genético por el que me inclino a ser un alcohólico, pero mantengo el deseo de evitarlo». Incluso, su partido en Texas se ha mostrado partidario de aprobar una «terapia reparativa» para que los homosexuales puedan cambiar su orientación sexual.
Vía | Público
Claro, una vez que pruebas una buena botella ya no paras xDDDD
Ains estos americanos <3
Y la estupidez con que la comparada, porque parece que ésta lo lleva en sus genes y no parece que se someta a ningún tratamiento.
pues el gobernador esta buenísimo, me gusta como hombre.
Y yo comparo al gobernador con un primate y salen perdiendo los pobres primates.
Cara de borracha, tiene. Jajajajaja
La homosexualidad no hace daño, es más, beneficia a todos por tener más diversidad de personas, en lugar de ser borregos siguiendo al pastor; en cambio el alcholismo si hace daño, tanto a el como a todos a su alrededor. Esa fue la primera idea que se me ocurrió a las 6 de la mañana, después de leer esto.