Durante la celebración en la localidad altoaragonesa de Barbastro del III Foro Nacional de Asociaciones de Acogida Temporal de Menores Bielorrusos afectados por Chernobyl, el cónsul de Bielorrusia en Francia hizo unas curiosas y discriminatorias declaraciones.
Lo de discriminatorias, ahora veréis que es evidente. Lo de curiosas, es una forma de llamarlas, ya que me parece increíble que se prefiera que un niño bielorruso tenga que quedarse en su país, antes de que viaje a España para ser acogido en confortable hogar por una pareja de gays. Y luego dirán que lo primero es el bienestar del niño.
La declaraciones fueron realizadas, como ya he dicho, por el cónsul de Bielorrusia en Francia, Igor Eduardovih. El cónsul en cuestión abogó, en el marco de estas jornadas celebradas en Barbastro, por llegar a acuerdos con España para poder continuar con el programa de acogida de niños de ese país.
Pero entre las condiciones, el tal Eduardovih, advirtió que en una condición importante para llegar a un acuerdo con España era prohibir de forma tajante que las parejas formadas por dos ciudadanos del mismo sexo pudiesen acoger a niños.
El Gobierno de Bielorrusia ha bloqueado con España el programa de acogida de los niños de Chernobyl mediante un decreto, mediante el que el presidente de dicho país impedirá que el próximo años viajen hasta España los niños como es habitual si nuestro país no cumple una serie de condiciones mediante un contrato gubernamental.
Y entre estas condiciones, está la prohibición para que los niños sean acogidos por gays. Sin duda, una curiosa manera de proteger la salud y el bienestar de los niños ucranianos bielorrusos.
Vía I El Periódico de Aragón
¿»Los niños ucranianos»? ¡Pero si son de Bielorrusia!
A ver si entiendo… ellos se cagan en la salud de la población en general y las generaciones futuras (incluyen do estos niños, construyendo una planta nuclear insegura de la cual no se han ocupado lo suficiente, por lo tanto ha estallado asesinando, mutilando y/o infectando a millones de personas (incluyendo estos niños), y luego se preocupan si una pareja de gays (vamos, las lesbianas y las personas trans, como tod@s sabemos, no existen) quieren darles todo y mucho más.
Los bielorrusos tienen una concepción muy particular sobre lo que s cuidar a un niño ¿no?
¿Dejarían que los gays españoles acojan a sus radiactivos niños si se les promete someterlos a radiación y otros peligros mortales?